La (poca) importancia del argumento en los videojuegos
·¿Para qué jugamos realmente?
En una completa entrevista que hicieron los chicos de Wired a Shigeru Miyamoto en el pasado E3, uno de los aspectos que éste recalcó fue la poca relevancia de la línea argumental en los juegos de Mario, y que importa más la experiencia de jugar que el hecho de que vayamos descubriendo una trama.
Esto me ha hecho recordar un artículo de GamesAjare, en el que el Mr. Pink comentaba que los videojuegos que más le gustaban tenían una historia elaborada. Yo personalmente no hago ascos a una buena trama, y creo que es fundamental en ciertos géneros –como las aventuras gráficas o los juegos de rol–, pero como dice el señor Miyamoto, para disfrutar de un buen juego no hace falta que tenga una línea argumental compleja detrás.
Por ejemplo, la mayoría de los títulos de lucha suelen incorporar una historia que enlaza todos los personajes, pero no creo que nadie se la tome demasiado en serio. De acuerdo, en sagas como “King of Fighters” ayuda, pero creo que lo importante en un juego de este tipo es repartir caña y que sea divertido. En los juegos de naves pasa lo mismo, y en general en todos los que tienen raíces arcade. De hecho, en mi olimpo personal hay muchos títulos que carecen de argumento o tienen uno sencillamente ridículo.
Por otro lado, hay juegos que ganan con una historia “poco marcada”, o al menos con una que se va desarrollando ante nuestros ojos sin que nos demos cuenta. Algunos ejemplos de este tipo son “Another World”, “Shadow of the Colossus” y la saga “Half Life”, en los que hay un universo muy rico alrededor del personaje y de lo que tenemos que hacer, pero sólo nos van llegando retazos, como si nosotros mismos fuéramos los protagonistas reales de la historia. Creo que esta forma de narrar historias es mucho más interesante de cara a los videojuegos, y que las cinemáticas interminables, o los diálogos “profundos”, no son más que una forma de incorporar la narrativa más propia de otros medios en otro muy distinto como este.
En mi opinión, un ejemplo de este tipo de aberraciones es “Metal Gear Solid 4”. Las interrupciones para mostrarnos detalles del argumento son constantes, y si nos pasamos el título viendo las escenas no interactivas, el tiempo de juego real creo que no llega ni al 50% del total. A mi personalmente esto no me parece especialmente divertido, y de hecho me llega a aburrir enormemente, por mucho que me guste la saga de Kojima.
En definitiva, creo que la idea de quitar importancia al argumento en ciertos juegos –como la saga Mario– es digna de alabanza, y un ejemplo que muchos deberían seguir. Y también hay que tener en cuenta que esto lo dice el creador de la saga Zelda, otro ejemplo de juego en el que la trama es importante, pero que no desborda al jugador. Este equilibrio es el creo que caracteriza a los grandes juegos. ¿Cómo lo veis vosotros? ¿Os quedáis con un juego sencillo y divertido, o con otro que tenga una trama compleja?