Lo reconozco: me encantan los arcades de conducción. Quizás los juegos de coches más “puristas” como “Gran Turismo” o “Forza Motorsport 2” no son mi fuerte, pero otros títulos como “Daytona USA”, o “Sega Rally” son mi debilidad para estar horas y horas tratando de batir mis propios records.

Personalmente, eso de tener cientos de circuitos, optimizar cada pieza de los coches, y disponer de una gran cantidad de estos no me va. Soy de los que prefieren pocos circuitos pero diseñados al milímetro, uno o dos tipos de vehículos, y una jugabilidad a prueba de bombas… y todo eso –y mucho más–, me lo da “Pure”.

Tecnología al servicio de la diversión

Los chicos de “BlackRock Studio” no son precisamente unos novatillos en esto de los juegos de carreras, y ya nos maravillaron en su día con la maravillosa saga “Moto GP” para las consolas de Microsoft, por poner un ejemplo. El caso es que en su paso a Disney han usado todos sus conocimientos para crear uno de los motores más sólidos del género. Todo se mueve con una suavidad increíble, ya estemos derrapando junto a otros quince ATVs, o saltando varias decenas de metros en el aire.

Los efectos gráficos no se quedan atrás, y afortunadamente la espectacularidad no está reñida con tener claro en todo momento hacia donde tenemos que ir. A la gran cantidad de barro y polvo que levantan los vehículos, hay que añadir el genial cambio de cámara que se produce cuando tomamos una curva pronunciada, el sutil “ojo de pez” en los saltos más grandes –acompañado por el clásico descenso del tempo de la música–, o el vuelo de nuestro conductor cuando tengamos un accidente. Estos detalles, y muchos otros que irás descubriendo a medida que avancen las carreras, hacen grande a “Pure”.

Música cañera para un juego cañero

El ritmo frenético de las carreras se ve ayudado por una banda sonora muy bien elegida, con temas bastante cañeros de diversos géneros, y seguro que algunos de ellos pasan a nuestro reproductor portátil en unos días.

En cuanto a los efectos, generalmente no destacan demasiado, y sí lo hacen las voces, que aunque están perfectamente dobladas, se pueden volver algo repetitivas con el tiempo. Personalmente me he hartado de escuchar una y otra vez frases como ¡Ehhh, Tramposo!, o ¿Has visto a ese tío?, pero eso sin duda es un mal menor.

Curvas y saltos bajo control

Aunque el apartado técnico tiene un gran nivel, sin duda la gran virtud de “Pure” es su jugabilidad y diversión. El modo principal para un sólo jugador –a parte de practicar o hacer una partida rápida–, es el “Tour”, en el que tenemos una serie de pruebas de diferentes niveles, que se dividen en tres tipos: Sprint, Estilo Libre y Carrera. En Sprint lo más importante es la velocidad, y tendremos que llegar los primeros en unos circuitos cortos en los que debemos demostrar nuestra pericia al volante de nuestro ATV.

Estilo Libre es quizás lo más divertido del juego, ya que consiste en conseguir la mayor cantidad de puntos haciendo acrobacias en el aire. En estas pruebas existen más rampas y desniveles de lo normal, y tenemos que ir haciendo combos, y piruetas de todo tipo para conseguir quedar los primeros. Lo mejor es que las acrobacias se ejecutan de una forma muy sencilla: primero cogemos “impulso”, y luego durante el salto presionamos un botón, y luego una dirección con el mando. Si nos preocupamos un poco de ser originales, de no repetir los trucos, y de no apurar demasiado –sobre todo al hacer las acrobacias especiales–, tendremos unas puntuaciones de escándalo.

Por último, en Carrera tenemos que combinar el manejo del nuestro vehículo con las acrobacias, haciendo un uso inteligente del turbo, ya que la misma barra nos permite acelerar o conseguir piruetas más complejas. La clave está en llegar y mantenerse en un nivel alto, ya que en esa zona el turbo dura bastante, y es más fácil de rellenar. Por otro lado, también es importante conocer al dedillo cada circuito, ya que hay pequeños atajos y caminos alternativos que supondrán una pequeña ventaja en determinadas ocasiones.

Conclusiones

Como buen arcade, “Pure” puede parecer corto, ya que el campeonato se completa en pocas horas sin problemas. Sin embargo, la gracia consiste en batir nuestros propios tiempos, y en medirnos frente a otros jugadores en el modo on-line, que no tiene apenas lag y se disfruta enormemente, sobre todo si tenemos las mejores piezas desbloqueadas. En este sentido, los aficionados al tuning disfrutarán de lo lindo modificando cada pieza del ATV, y los que prefieran algo más sencillo –como en mi caso–, el juego permite crear un vehículo equilibrado en pocos segundos.

En cualquier caso, lo mejor es probar la demo y ver si nos gusta el estilo, ya que básicamente el juego completo es lo mismo pero con más circuitos. En cualquier caso, es totalmente recomendable para todos, ya que es espectacular, jugable y sobre todo, muy divertido. ¿Acaso se puede decir lo mismo de todos los títulos que llegan al mercado últimamente?

Lo mejor:

• Gráficos punteros, y diseño de escenarios y personajes muy acertado.
• El control está muy depurado, y nos lo pasaremos “teta” haciendo acrobacias.
• El modo online hace que el juego sea eterno.

Lo peor:

• Algunos elementos de los escenarios, y las voces, se reciclan demasiado.
• La física a veces es algo extraña, sobre todo cuando “aterrizamos” encima de otro rival.
• No hay daños en los vehículos, aunque tampoco hacen falta en un juego de estas características.