En general, las keynotes de Apple me importan más bien poco… salvo la última, en la que aparte de anunciar el portátil más caro y con peores prestaciones del mercado –muy chulo, eso sí–, la compañía de Steve Jobs tuvo el “detalle” de ofrecer una actualización para los usuarios del iPod Touch, de forma que ahora están disponibles las aplicaciones que faltaban con respecto al iPhone.

Dejando de lado la verdadera utilidad de estos programas, lo que sí es cierto es que la gente que se compre un cacharro nuevo los va a tener de serie –y a un precio más económico que antes–, mientras que los que ya teníamos el iPod Touch tenemos que desembolsar 18 euros para poder instalar la correspondiente actualización. Y encima la cosa tiene guasa, porque cualquiera se podía instalar las aplicaciones –de forma algo ilegal eso sí–, mediante el jailbreak… esas cinco y muchas más, claro.

También es cierto que a mi me salió bastante barato, pero me parece que la política de Apple no es precisamente la más acertada.