El Blog de Manu

“Endless Ocean”: Una experiencia relajante

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Buceando a tu ritmo

Endless Ocean

Aunque Wii se ofrezca como una consola innovadora, lo cierto es que muchas veces se cumple el dicho aquel de todo está inventado. Sin ir más lejos, este “Endless Ocean” bebe directamente de una saga realizada hace unos años por la misma compañía para PlayStation 2: “Everblue”. No en vano, la versión japonesa del juego se llama “Forever Blue”… ¿no os dice algo?

Sin embargo, esto no es algo malo, ya que las bases sentadas en los títulos de la consola de Sony se han potenciado en todos los aspectos, y se ha conseguido una experiencia relajante y que merece la pena probar. De hecho, es difícil catalogar “Endless Ocean” como un juego, ya que su principal atractivo reside en bucear sin ningún tipo de presión –salvo el límite de la botella de oxígeno– por las tranquilas aguas del ficticio mar de Manaurai.

Endless Ocean

Tras crear a nuestro personaje y realizar unas misiones básicas, ya podemos zambullirnos en sus cristalinas aguas. El control del personaje es tremendamente sencillo gracias al wiimote, y mediante la cruceta podemos desplegar un sencillo menú para realizar las acciones básicas: hacer anotaciones, sacar fotografías, llamar a nuestra mascota si hemos bajado con ella, volver al barco, cambiar las opciones y alimentar a los peces. Esta última es clave para disfrutar de “Endless Ocean”, ya que a medida que vamos descubriendo nuevas especies, se van añadiendo a una enciclopedia que se torna más completa con la “confianza” que vayamos cogiendo con los habitantes marinos. El hecho de alimentarlos, acariciarlos y llamar su atención, será fundamental para conocer los detalles más curiosos de las más de doscientas especies distintas que nos vamos a encontrar en nuestro periplo acuático.

Hay que destacar que el apartado gráfico cuando buceamos raya un nivel bastante bueno –al menos para lo que nos tiene acostumbrados la consola–, y da gusto observar los corales, el efecto de la luz en el agua, y como está recreada toda la fauna y flora que hay bajo del horizonte marino. También es cierto que las mallas poligonales no son demasiado detalladas, o que algunos detalles como la superficie del agua no están muy logrados, pero el conjunto es muy creíble y eso es lo que importa. Esto contrasta con la sobriedad del barco de Catherine –nuestra compañera–, en la que los movimientos del protagonista nos hacen pensar que en la actividad fuera del agua no se ha puesto cuidado alguno.

Endless Ocean

Sin embargo, esto no constituye ningún problema, ya que cuando nos quitemos la botella de oxígeno realizaremos tareas que incluso se podrían haber implementado a base de menús más sencillos. Éstas se reducen básicamente a mover el barco, seleccionar una misión –muy anodinas, todo sea dicho–, ver las fotografías que hayamos hecho, consultar la enciclopedia, o simplemente dejar pasar el tiempo para ver como cambia el color del cielo.

Pronto descubriremos que lo realmente divertido es perderse por el fondo marino, encontrando antiguas ruinas, fósiles o criaturas de lo más peculiar. Todo con la tranquilidad de saber que no vamos a perder una vida, y que nada nos va a hacer daño, algo que se complementa con la maravillosa selección musical. Sin embargo, si por alguna razón nos cansamos de las oníricas melodías que nos propone el juego, podemos poner la música que nos plazca en la tarjeta SD… todo un detalle en un juego en el que podemos pasar las horas muertas. Por otra parte, no todo el apartado sonoro es digno de alabanza, ya que el resto de sonidos son bastantes sosos, y se echa de menos alguna voz, ya que todo se hace por subtítulos.

Endless Ocean

Como detalle curioso, la experiencia también puede compartirse en cierta medida con un amigo gracias a la Conexión Wi-Fi de la consola, aunque se echa de menos un chat menos limitado –sólo hay algunos mensajes predefinidos–, y más modos cooperativos.

En definitiva, Nintendo y Arika nos proponen algo que no tiene nada que ver con la violencia y la tensión que tanto abunda en el mercado de los videojuegos, y que está destinado a ser disfrutado en pequeñas dosis. Sin duda, la forma ideal de desestresarse después de un duro día de trabajo, con el aliciente de tener un precio muy atractivo para el bolsillo. ¿Te hace un baño?