El Blog de Manu

Impresiones de “Midnight Club: Los Angeles”

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La otra saga de Rockstar

Midnight Club: Los Angeles

Me gustaría decir que esta última entrega de la saga “Midnight Club” supone una revolución frente a lo que hemos visto hasta ahora en la saga, y que han sabido pulir los defectos que había en los títulos anteriores, pero me temo que no puedo hacerlo. Y no es que esta obra de Rockstar San Diego sea mala –todo lo contrario–, sino que nunca he probado otro juego de esta conocida serie de carreras callejeras.

Partiendo de este punto, he de decir que he quedado gratamente sorprendido con este “Midnight Club: Los Angeles”, por varias razones. En primer lugar, tenía un miedo enorme por el hecho de que se había usado el motor RAGE, el que dio vida al conocido “Grand Theft Auto IV”. El motivo creo que es evidente, ya que conducir un coche con Nico era algo realmente extraño, ya que parecía que el asfalto perdía sus propiedades físicas y nos poníamos a los mandos de una lancha motora. Eso por no hablar del popping, y de otros detalles que empañaban la calidad de este juego.

Midnight Club: Los Angeles

Afortunadamente, parece que los chicos de Rockstar se han puesto las pilas, y han mejorado muchos aspectos de este motor. Aunque a veces algunas texturas tardan un poco en cargar y hay algún detalle que no está a la altura, la ciudad de Los Ángeles se muestra ante nosotros de una forma más nítida que la virtualización de Nueva York de “GTA IV”, y los efectos y detalles gráficos están a la hora del día. Y es que hay mucho que alabar en este sentido, como la estupenda representación del día y la noche, los hipnotizantes zooms del mapa al cambiar de carrera, o lo bien representados que están los desperfectos en nuestros vehículos.

En cuanto al manejo, se nota enormemente la diferencia de conducir un turismo o una de las motos, con sus siempre espectaculares “caballitos”. En esta ocasión, la conducción es mucho más arcade y se siente la adherencia al firme, y es complicado que el control se nos escape de las manos, salvo que nos demos un piñazo con otro coche. A diferencia de juegos como “Burnout Paradise”, no tardaremos una eternidad en ver el impacto, y salvo que el choque sea brutal, la acción no se detendrá en ningún momento… al menos hasta que no lleguemos a tener un siniestro total.

Midnight Club: Los Angeles

En general las carreras son bastante intensas, tanto por la música –que se compone básicamente de temas “macarrillas” típicos de este tipo de eventos–, como por los rivales, que algunas veces nos sorprenderán al tomar atajos que no conocemos. Uno de los detalles que más me ha llamado la atención, es la posibilidad de aprovechar el rebufo de los contrincantes que tengamos delante –los cuales dejan una estela muy evidente–, para ejecutar un turbo que prácticamente no consume nitro. Hay que tener en cuenta que este sólo se recarga en gasolineras, y que no nos cruzaremos precisamente con muchas, así que hay que saber aprovechar los “acelerones” temporales, y reservar este preciado elemento para darnos el empujón definitivo a la victoria, acompañados por un cambio de cámara de esos que te dejan pegado al asiento.

Por otro lado, la dificultad de los eventos es variable, y de esta manera tendremos más o menos “checkpoints” en el recorrido. Personalmente, prefiero las carreras en las que sólo se muestra el final, aunque mucha gente agradecerá el hecho de tener un poco de ayuda para no perderse por las calles de Los Ángeles. También hay que hacer mención a la policía, que generalmente no supondrá un problema, aunque siempre es divertido dejarse coger y escapar cuando crean que van a recaudar dinero para las arcas.

Midnight Club: Los Angeles

La ciudad ofrece muchas distracciones –y el juego en general está plagado de product placement–, y a veces es complicado saber donde están algunos cruces –por mucho GPS que llevemos–, pero como en “Burnout Paradise”, la gracia es explorar cada rincón para aprender los mejores trazados. Además, de esta manera encontraremos objetos y eventos secretos, y exprimiremos mucho mejor el juego, tanto en offline como en el on-line, en el que nos esperan piques en distintos modos, algunos más propios de un FPS que de un juego de carreras.

En definitiva, se nota que este título está bastante mimado, y que la gente de Take 2 ha querido tener listo un juego de carreras de calidad, bastante exigente al jugador, y a la altura del resto de franquicias que hay en el mercado. ¿Alguien se apunta a una carrerita?

Lo mejor:

Lo peor: