El Blog de Manu

“Burnout Paradise”: Bienvenido a la ciudad del acero

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Takedowns a gogó

Burnout Paradise

Desde que Criterion creó la primera entrega hace casi siete años, la saga “Burnout” ha sabido evolucionar con el tiempo, y salvo algún que otro pequeño patinazo, ha logrado convertirse en uno de los mejores referentes del género. Y es que pocos juegos han conseguido que estemos con la tensión al límite mientras intentamos conseguir la primera posición de una carrera, o que soltemos adrenalina mientras vamos destrozando decenas de coches con nuestro bólido.

La saga alcanzó su cénit creativo con “Burnout 3: Takedown”, y todos los seguidores esperábamos que este “Burnout Paradise” tomase el relevo, y que se demostrase nuevamente la genialidad de este equipo británico. ¿Han conseguido esta hazaña? ¿Le ha sentado bien el cambio de filosofía? ¿Sigue manteniendo el espíritu de los títulos anteriores? Vamos a intentar averiguarlo…

Una ciudad enorme en todos los sentidos

Lo que más nos “choca” al comenzar a jugar, es que se ha abandonado la estructura rígida de misiones, y tenemos ante nosotros una ciudad completamente abierta para conducir e ir desbloqueando retos. Ahora las pruebas se encuentran en casi todos los cruces de Paradise City, y se dividen en los siguientes grupos:

Burnout Paradise

Sin embargo, las pruebas principales son sólo la punta del iceberg. En el juego tendremos muchos pequeños retos más, como descubrir caminos secretos, hacer saltos imposibles, destrozar carteles especiales, o incluso aparcar entre dos coches con un derrape. A esto hay que sumar el hecho de descubrir todos los depósitos –lugares en los que se guarda nuestra colección de coches, y en los que apareceremos al cargar el juego–, gasolineras y talleres de chapa, que serán fundamentales en algunas pruebas. Además, a medida que vamos ganando puntos en nuestro carnet, aparecerán coches especiales por la ciudad a los que tendremos que batir, y que pasarán a nuestro “garaje” particular.

Sin embargo, lo que se echa de menos es un modo Crash a la vieja usanza, ya que el modo Espectáculo, el cual podemos activar en cualquier momento, y que hace que nuestro coche empiece a dar vueltas mientras se lleva por delante el tráfico, es sólo una versión descafeinada del original. Por lo menos, intentar conseguir la mayor cantidad de puntos posible haciendo el cabra en cada calle, junto al hecho de poder batir nuestro mejor tiempo –y el de cualquier jugador on-line– en cada una de ellas, es otro aliciente que hay que sumar a la experiencia Burnout.

Gráficos de nueva generación

El juego es sencillamente precioso, y salvo algún efecto de popping ocasional, y alguna textura que no tiene la misma calidad que el resto, el acabado ha hecho que la espera haya merecido la pena, y demuestra que el motor RenderWare –ahora exclusivo de EA–, es de los mejores del mercado. La ciudad está repleta de detalles, y la ambientación e iluminación de cada una de las zonas hace que la ciudad casi parezca un país por su variedad de matices. El hecho de que nos encontremos publicidad real en vallas y algunos vehículos, lejos de ser algo superfluo, creo que dan un toque realmente interesante, y hace que nos metamos aún más en la experiencia de conducir por las calles de Paradise City.

Burnout Paradise

Además de destacar la estupenda cámara de los supersaltos –y el detalle al pasar la imagen a blanco y negro–, los choques merecen una mención a parte. Durante los segundos que dura cada uno de ellos, somos testigos de una recreación casi perfecta de las deformaciones, a la vez que vemos como una cantidad ingente de partículas sale despedida hacia todos los lados, y como cada parte de la carrocería se queda hecha un cisco dependiendo del impacto. En estos momentos también se hace patente el gran modelado de todos los coches, y nos hace olvidar que no sean de marcas reales.

¡Arráncalo por Dios!

En el tema del control no se han hecho grandes cambios, pero esto es algo de agradecer, ya que siempre ha destacado por su precisión. Eso sí, en cada entrega el detector de choques se ha ido “ablandando”, y si en el primer “Burnout” el mínimo roce siginificaba estrellarse, ahora podemos darnos golpes más condundentes sin que nuestro coche quede destrozado. Por otro lado, cada vehículo tiene personalidad propia, y eso lo notaremos al llevarlos por la ciudad. Unos tienen mejor agarre, otros acumulan más turbo, otros son más resistentes… saber elegir el modelo adecuado en cada prueba será fundamental para la victoria, sobre todo a medida que vamos avanzando en el juego, y se va incrementando la dificultad de las mismas.

Burnout Paradise

También es destacable es el menú Easy Drive, ya que con unas pocas pulsaciones del pad digital, estaremos compitiendo online, o chocándonos contra rivales de todo el globo. La integración de ambos modos –offline y online– es bastante buena, y podemos alternar fácilmente entre pruebas individuales y carreras multijugador, algo que da mucha frescura al juego. Como detalle curioso, si tenemos una cámara conectada a la consola, podemos mandar un “recuerdo” a quien nos haga un takedown. Lo que quieras enseñar ya es cosa tuya… 😉

¿Qué ponen en la radio?

La música en los juegos de EA suele destacar por su calidad, y este juego no es una excepción. Además, han tenido el gusto de añadir las mejores canciones de otras entregas, y de utilizar el tema “Paradise City” de Guns N’ Roses como sintonía principal, además de formar parte de la banda sonora que nos acompaña durante nuestros paseos por la ciudad del mismo nombre. A esto, le tenemos que añadir la música clásica que aparece junto a unas bonitas panorámicas de la ciudad, si dejamos parado el coche unos segundos… sencillamente genial.

Tampoco nos podemos olvidar de Bandit, el locutor de Crash FM que nos va guiando al principio, y que de vez en cuando nos da algunos consejos y pistas. La idea y el doblaje son bastante buenos, aunque también hay que admitir que a veces se hace algo cansino…

Burnout Paradise

Por lo demás, los sonidos del motor de cada coche están muy bien implementados, y se nos pondrán los pelos de punta cada vez que choquemos y escuchemos como se va arañando la carrocería, a la vez que un sonido grave indica como el coche se va convirtiendo en un acordeón metálico.

Conclusiones

Aunque quizás no es tan redondo como fue en su día la tercera entrega, los chicos de Criterion han sabido adaptarse a los tiempos, y nos ofrecen un juego que aprovecha bastante las consolas actuales. Los tiempos de carga son prácticamente nulos, y han conseguido un juego muy variado pese haberlo enmarcado en una sola ciudad.

Por otro lado, no se echa de menos el poder reintentar las pruebas, ya que siempre nos espera algo al final de las mismas, o en cualquier caso, el camino de vuelta está plagado de pequeños retos.

Además, poco a poco están ofreciendo nuevas actualizaciones, y están por llegar nuevos vehículos, modos y características de juego. ¿Motos? ¿Conducción nocturna? ¿Una nueva parte de la ciudad? Parece que todo eso será posible con Cagney, Davis y Eastwood, así que tendremos paraíso para rato…

Lo mejor:

Lo peor: