El Blog de Manu

Aventuras y desventuras con el iPod Touch

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No es oro todo lo que reluce

Jobs presentando el iPod Touch

Desde que tengo el iPod Touch, la verdad es que lo he usado diariamente como reproductor de música portátil. A pesar de ello, no me considero un fan de estos dispositivos, ya que antes he sido usuario de otras marcas (iRiver, Meizu,…), y creo que los iPods no son precisamente perfectos.

A continuación voy a mostrar tanto lo que me ha llamado la atención, como lo que me parece mejorable, siempre teniendo en cuenta que el iPod Touch es mi primer producto de Apple.

Lo que me gusta

No se puede negar que el iPod Touch entra por los ojos. Tanto por el diseño exterior –con su pantalla enorme y clara–, como por el interfaz, intuitivo y bonito a más no poder. Parece mentira que se consiga controlar todo de forma precisa con los dedos, lo sencillo que resulta hacer zoom de las imágenes, y el aspecto del Coverflow. Pocos reproches se le pueden hacer a Apple en este sentido. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que, a no ser que se vea un vídeo o se utilice otra funcionalidad, el 90% por cierto del tiempo lo tenemos guardado en un bolsillo mientras que escuchamos música.

En cuanto a formatos de música, me ha hecho descubrir las bondades del AAC. Antes tenía la biblioteca de música con MP3 de diversos bitrates, y ahora la he convertido a AAC a 128 Kb/s, consiguiendo que todo ocupe menos –algo fundamental dada la relativa escasez de espacio–, y que no se note pérdida de calidad al escuchar la música por auriculares. Como beneficio adicional, ahora también es compatible con el canal de fotos de la Wii

Otro de los detalles que me encanta del iPod Touch es el hecho de que incluya Safari. Anteriormente había probado otros navegadores en varios dispositivos portátiles, pero nunca había visto uno que se comportase tan bien con todo tipo de páginas, y que fuese tan fácil de manejar gracias a la pantalla táctil. Sin duda, todo un acierto, y una forma ideal de matar el tiempo si encontramos un hotspot abierto 😉

También hay otros detalles que no había visto en otros reproductores similares. Por ejemplo, el hecho de que se bloquee automáticamente cuando se quitan los auriculares, o que el tiempo de “encendido” desde el reposo sea instantáneo.

Lo que no me gusta

Lo peor de usar el iPod Touch, es que estás prácticamente obligado a usar iTunes. Eso significa usar un PC con Windows o un Mac… y ninguna de las opciones me convence. Además, el software es demasiado pesado, y tiene pocas opciones de configuración, a diferencia de otros como Amarok, o foobar2000, por poner unos ejemplos.

Por si fuese poco, sólo puedes sincronizar el iPod con un iTunes… es decir, que no puedes utilizarlo para llevar la música de casa al trabajo, por ejemplo. Además, como no funciona como un dispositivo de almacenamiento masivo, tampoco permite llevar ningún otro fichero.

Por otra parte, en algunas ocasiones se cuelga si visualizamos algunas páginas webs, algo que resulta ciertamente molesto. Y ya que hablamos del software, otra cosa que no me gusta nada es el hecho de que cuando sincronizas fotos, no te permite ordenarlas, y cuando tienes bastantes en un directorio, navegar por ellas es algo caótico.

En cuanto al hardware en sí, el iPod Touch es bonito… pero se ralla con mirarlo. Sobre todo la parte metálica, que tiene multitud de pequeñas marcas sin apenas haberlo usado hasta que compré una funda. Y hablando de accesorios, me estoy acordando de los auriculares que venían… ¿quién fue el genio que puso los blancos de toda la vida?

Pero bueno, mejor no hablar de los accesorios del iPod que me enciendo. ¿Cómo se puede cobrar una pasta por una funda, un cable o por una base que no es más que un trozo de plástico con conexiones? Menos mal que existen tiendas como Dealextreme, en la que podemos comprar todo tipo de pijadas por cuatro duros. Por ejemplo, yo me compré un mando a distancia muy barato, que considero imprescindible para no tener que sacar cada dos por tres el iPod del bolsillo cada vez que queremos cambiar de canción o modificar el volumen.

Otra cosa que no me gusta nada, es que por defecto esté totalmente cerrado de cara a instalar nuevas aplicaciones. Como usuario inquieto, me encanta toquetear, probar cosas y cacharrear… por lo que me alegra que exista el Jailbreak. Además, de esta manera te ahorras pagar un dinero innecesario a Apple, puedes utilizar el iPod Touch en Ubuntu, y tienes acceso a aplicaciones de todo tipo, que hacen que la experiencia de utilizar el iPod se convierta en algo muy distinto.

Conclusiones

Me sorprende que un dispositivo tan limitado de serie tenga una aceptación tan grande entre la gente. Detalles como la imposibilidad de ordenar las fotos, el hecho de que el iPod esté atado a un sólo iTunes, o que en la caja no venga más que el cable de conexión y un par de auriculares de dudosa calidad, hacen que el precio del dispositivo sea bastante cuestionable. En cualquier caso, una vez que lo liberas, se transforma en algo mucho más interesante y más útil, y no sólo de cara a tener cosas “por la cara”… ¿por qué no vendrá así de fábrica?