Parece mentira, pero ya ha pasado un año desde que me planteé reducir mi actividad en Internet a modo de experimento. Al final no ha sido una desconexión muy radical, ya que al no tener Facebook básicamente me he limitado a dejar de usar Twitter, Tumblr y escribir en el blog. Aunque he procurado no navegar demasiado, lo cierto es que he terminado leyendo noticias, accediendo puntualmente a algún foro, consultando la Wikipedia o comprando algún producto online en tiendas como Amazon.

A pesar de que no ha sido ni mucho menos una desconexión completa, sí que ha sido curioso comprobar en mis propias carnes algunos de los efectos de no usar las redes sociales. En primer lugar, los primeros días tenía que frenarme a mí mismo de publicar fotos de cosas curiosas que veía o comentar temas que se me pasaban por la cabeza. Poco después me fui acostumbrando, aunque he de reconocer que he echado de menos no debatir ciertos temas con gente con la que sólo tengo “contacto virtual”.

Por otro lado, al no tener una excusa constante para procrastinar, mi tiempo delante de una pantalla ha sido generalmente más productivo. He trasteado con lenguajes y técnicas de programación nuevas, he aprendido bastante sobre gestión de contenidos con desarrollos propios y proyectos consolidados -algo que, por cierto, espero que tenga resultados pronto-, y por supuesto he visto películas, he leído libros y me he pasado bastantes juegos que tenía pendientes. Eso sí, ni voy a publicar un “Visto, Leído y Jugado” al respecto -a estas alturas se me han olvidado ciertos detalles y se han difuminado algunas de mis impresiones-, y no tengo claro si voy a escribir artículos similares en el futuro, porque tengo ganas de hablar sobre otros temas que había dejado aparcados hace tiempo.

Para terminar, voy a aprovechar esta entrada para comentaros algunos asuntos que tenía pendientes…

GamesAjare: The catacrocker years

En estos meses, uno de los proyectos más ilusionantes ha sido dar forma con mis compañeros de GamesAjare al libro que resume la peculiar trayectoria de la web. A pesar de que mi contribución en el libro -y en la página- ha sido relativamente pequeña, he dedicado bastante tiempo a revisar textos y personalmente estoy bastante contento con el resultado final. Espero que lo disfrutéis tanto como lo hemos hecho nosotros.

Por cierto, si os podéis acercar el sábado que viene por la Urano Games Week en Zaragoza, algunos de los señores de colores estarán por la tarde presentando el libro. Me resulta imposible asistir, pero me consta que luego pueden pasar cosas.

ZX-Uno

Otro proyecto en el que he participado de una forma bastante tangencial ha sido en el ZX-Uno, que finalmente llegó a las casas de muchos aficionados a finales del pasado verano. Estuve haciendo un borrador de su manual, que finalmente quedó en las manos de Uto y la verdad es que ha hecho un trabajo encomiable.

En la pasada RetroMadrid estuve hablando con Jordi Bayó al respecto, y es posible que en un futuro el manual evolucione en algo más… “físico”. Pero no lancemos las campanas al vuelo todavía 😉

RetroMadrid 2017

¿Cómo olvidar el regreso de un evento tan importante como RetroMadrid? Todavía me quedan unos días para publicar el reportaje correspondiente, pero ya os adelanto que me lo pasé estupendamente y que el hecho de quitar las tiendas fue un movimiento arriesgado, pero bastante acertado para mi gusto. Está claro que ahora se ha convertido en una feria más especializada y quizás menos enfocada al público general, pero me consta que los que llevamos en el mundillo unos cuantos años hemos agradecido el nuevo rumbo.

En resumen, podríamos decir que he vuelto con las pilas cargadas, con ganas de escribir y con la ilusión de volver a tomar las riendas del blog, que había perdido un poco de fuelle en los últimos años. ¡Nos leemos!