Este año me he dejado de propósitos grandilocuentes –en el 2014 comprobé que sólo sirven para frustrarse–, y en esta ocasión he preferido marcarme pequeñas pero satisfactorias metas. Habrá quién diga que eso de marcarse propósitos al año es una chorrada, pero personalmente me ayudan a centrarme.

En concreto, este 2015 me lo he planteado como un año de estabilización y organización personal. Uno de mis objetivos es no comprar cosas a lo loco, ya que últimamente estaba tirando el dinero en crowdfundings, ofertas de videojuegos que nunca jugaba, bundles y demás zarandajas. Este año me he prometido a mí mismo no comprar ni películas -al menos en Blu-Ray, algo de cine veré-, ni videojuegos, ni libros, y dedicar el tiempo libre a ver, jugar y leer todo lo que tengo pendiente… de ahí el título de esta entrada.

Como este no deja de ser un blog personal, cada mes iré dejando breves impresiones de lo que haya ido disfrutando. ¡Empezamos!

El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos

A principios de año nos escapamos a ver esta película, para cerrar esta trilogía artificial que se ha sacado Peter Jackson de la manga. La verdad es que tampoco soy un fan a muerte de las novelas de Tolkien y sus versiones cinematográficas, pero hay que reconocer que tanto la trilogía de “El Señor de los Anillos” como esta de “El Hobbit” son productos entretenidos y bastante bien acabados.

Eso sí, creo que esta última película tiene muchos altibajos, y gran parte de la batalla final se hace algo pesada. La aparición de Smaug es casi testimonial y algunas relaciones entre personajes están cogidas por los pelos –el diálogo final entre Thranduil y Tauriel es para reirse a carcajadas por lo absurdo que resulta–, pero también es cierto que es divertido ver a Légolas dando brincos o a los enanos repartiendo estopa.

Paddington

Tengo que reconocer una cosa: me encanta el cine familiar. Y esta comedia británica me parece uno de los mejores ejemplos, ya que disfrutas tanto con el humor de la película como al ver a tus hijos riéndose a carcajadas.

Lo mejor de todo es que es una película que va al grano: dura escasamente una hora y media, y casi no hay momentos muertos. Eso sí, si tenéis el más mínimo interés en verla, os recomiendo que no veáis el trailer, ya que chafa gran parte de los momentos estelares de la película.

Hi School SeHa Girls

Si no sabéis de que va este anime repleto de fan service seguero, lo mejor es que eches un vistazo a los créditos iniciales.

¿Ya has vuelto al mundo real? Bien, pues ese minutillo condensa mucho de lo que se ve en esta sencilla pero graciosa serie de trece capítulos: guiños a juegos y hardware de la compañía, diálogos y momentos tan absurdos como geniales, y un sentimiento de nostalgia enorme cuando todo acaba. ¡SEGA!

Breaking Bad

Hace un par de años empecé a ver esta serie con mucha ilusión, pero después de las dos primeras temporadas me pareció bastante lenta. Es cierto que se profundiza bastante en el desarrollo de los personajes –aunque muchos siguen siendo una incógnita incluso al final–, pero muchas veces hay un relleno que me recuerda a las series de anime de los noventa. Plano de Walter duchándose, plano de meter pasta hasta debajo de la tarima de casa, plano de la “cocción” de meta,…

Afortunadamente, a partir de la cuarta temporada todo va un poco más rápido, y los últimos capítulos son de los más apasionantes que he visto en mi vida. Vale, si lo piensas fríamente, las situaciones y los personajes son casi una caricatura de la realidad, pero lo que ocurre es tan intenso que se nos olvida. Ahora va a ser complicado que encuentre una serie a la altura…

Grand Theft Auto V

Hasta ahora, mi historia personal con los “Grand Theft Auto” era algo así: jugar algunas misiones para desbloquear el escenario, y luego hacer el cabra llevando ambulancias, haciendo saltos acrobáticos, y montando gresca para tener toda la policía en contra mía. En esta última entrega, no sé ni siquiera si puedes llevar un coche de bomberos.

Esta vez las misiones principales me han absorbido tanto, que se me ha olvidado que había otras cosas que hacer, sobre todo desde que Trevor entra en escena. Seguramente retomaré el juego más adelante para perderme un rato por los Santos y explorar todos sus recovecos, pero lo cierto es que esta vez Rockstar ha conseguido que me interese realmente por la historia… y de qué manera.

The Star Wars

Hace unos meses leí un artículo sobre los orígenes de mi saga galáctica favorita, y descubrí que el boceto original del Episodio IV se había transformado en una pequeña serie de cómics con una pinta bastante buena.

Aunque el resultado final no es tan redondo como esperaba –el dibujo tiene unos altibajos tremendos y la trama no es demasiado emocionante–, sí que resulta curioso ver a los personajes que conocemos con roles o formas completamente distintas. Han Solo es un alienígena verde, por el amor de Dios 😋

Hardcore Gaming 101 presents Castlevania

Creía que me iba a quedar sin este libro, ya que no me lo compré de salida y a los pocos días Konami decidió paralizar su venta. Tras solucionar este tonto incidente –¿realmente hay que pedir permiso para escribir sobre una obra?–, compré la segunda edición en Amazon y finalmente he podido leerlo.

Aunque no he jugado al 100% de los juegos de la saga, sí que he disfrutado de casi todos –dato curioso: mi primer artículo en Nintendo Acción fue el análisis de “Castlevania: Portrait of Ruin”–, y la verdad es que las opiniones del libro son similares a las mías. A esto hay que sumar una gran cantidad de datos que aparecen: orígenes y relaciones entre personajes, escenarios recurrentes, juegos clónicos, merchandising,… que convierten a este libro en un imprescindible para los fans de la saga.