Este pasado fin de semana fuimos a visitar La Ciudad de las Artes y las Ciencias. La verdad es que la zona de alrededor es espectacular –aunque había algunas obras que desvirtuaban en conjunto–, y siendo sincero, me gustó y me desilusionó a partes iguales.

Por una parte, me esperaba mucho más del museo, y es una auténtica pena que muchos expositores estuviesen estropeados. Además, “L’Hemisfèric” no ofrece nada nuevo si ya has estado en el IMAX de Madrid. Lo que no se puede negar es que el conjunto arquitectónico te deja con la boca abierta, y que “L’Oceanogràfic” tiene algunos entornos realmente preciosos, sobre todo las salas de Oceánico y Ártico (las belugas son preciosas).

Por otra parte, también nos dio tiempo a darnos un refrescante baño en la Playa de las Arenas, y tuvimos el placer de conocer en persona a Christian y a su encantadora novia Ana –¡suerte en el examen!–, con los que disfrutamos de una velada de lo más animada que espero que se repita en breve.

Por lo demás, decir que el hotel en el que nos hospedamos estaba realmente bien situado y era bastante moderno –aunque las habitaciones no tenían armarios y había una tele LCD… minúscula–, y que, por un despiste en el Metro, casi nos quedamos sin poder tomar el avión de vuelta… si no hubiese sido por un amable trabajador de Iberia. ¡Muchas gracias Rafael!