Todavía recuerdo la impresión que me dio la intro de “Soul Blade” –conocido como “Soul Edge” en territorio nipón–, a pesar de que por aquel entonces no tenía una PlayStation, y jugaba con ella en casa de un amigo. Unos meses después, cuando salió la revista Loading y pusieron el vídeo en uno de sus CDs no me cansaba de verlo, sobre todo por su magnífico tema principal.

El juego en sí también hizo época: una conversión arcade excelente –como suele ser la norma en Namco–, modos de juego que aseguraban vicio sin límites, una banda sonora de lujo, y una jugabilidad ajustada de tal manera que gustaba tanto a neófitos como a apasionados de los juegos de lucha.

La fórmula se repitió con “Soul Calibur” para Dreamcast, que era infinitamente superior a la recreativa, y una prueba de lo que era capaz de ofrecer la consola. A día de hoy sigue siendo un juego soberbio –sólo hay que ver la reciente versión para Xbox Live Arcade–, y aunque el modo de misiones era ligeramente inferior al “Edge Master Mode”, es uno de los juegos preferidos por los fans de la saga.

Con la siguiente generación nos llegó “Soul Calibur 2”, un título que quizás no tenía el carisma del anterior, pero estaba mucho más pulido y equilibrado, y ofrecía una experiencia de juego bastante más completa, sobre todo para aquellos que se aprenden hasta el último combo. Además, contaba con personajes exclusivos en cada versión, siendo Link el más deseado de todos.

La siguiente entrega no se hizo esperar demasiado, ya que sólo un par de años después nos llegó “Soul Calibur III”. La novedad más destacable era el creador de personajes, ya que por lo demás no fue un título demasiado revolucionario. De hecho, las primeras versiones tenían algunos bugs, que curiosamente fueron solucionados en la versión arcade, que salió posteriormente a la doméstica.

Para la cuarta entrega, Namco Bandai ha decidido esperar a esta nueva generación de consolas, para aprovechar las mejoradas capacidades técnicas, y la casi omnipresente conexión on-line, para ofrecer un juego a la altura de lo que esperamos los fans de la saga. ¿El resultado? Vamos a verlo…

Acero poligonal

En esta nueva entrega continúa la convolucionada historia de las dos espadas –Soul Edge y Soul Calibur–, y de los personajes que se cruzan en su camino, ya sea para destruir una de ellas, para hacerse con su poder, o por algún otro motivo similar. Además de personajes clásicos como Voldo, Ivy, Mitsurugi, Taki o Siegfried, aparecen nuevos caracteres, algunos diseñados por artistas como Hiroya Oku –mangaka conocido por “Gantz”–, y otros provenientes del universo “Star Wars”, como ya se supo a principios de este año.

Como se puede observar por las capturas, el apartado gráfico es muy bueno, tanto en las batallas como en las escenas cinemáticas. Sin embargo, aunque los personajes tienen un gran detalle, los escenarios están relativamente faltos de vida –a pesar de que hay objetos interactivos–, y se echa de menos algo más de antialiasing en general. Por lo demás, los combates son muy fluidos, y la cantidad de efectos es considerable, y los detalles que “no se ven” –colisiones, físicas, etc–, están correctamente implementados, gracias en parte al uso del conocido motor Havok.

El sonido vuelve a ser protagonista

Una de las señas de intentidad de la saga ha sido siempre la banda sonora, y con esta entrega volvemos a disfrutar de unas melodías acordes con el tono épico de las batallas. Algunos temas “clásicos” están remezclados, y también escuchamos composiciones nuevas, como las que acompañan a Darth Vader y compañía.

En cuanto a los efectos, el choque de las espadas, las voces de los personajes y los distintos sonidos que escucharemos tanto en menús como en los combates están al nivel al que estamos acostumbrados, así que pocos comentarios hay que añadir al respecto.

Usa la fuerza…

Dejando a parte el apartado técnico, lo realmente importante es que “Soul Calibur IV” es un titulo que está diseñado para ser disfrutado por todo tipo de jugadores, tengan experiencia o no con los juegos de lucha. A diferencia de títulos como “Virtua Fighter 5”, en los que un principiante no tiene nada que hacer frente a un jugador veterano, en este juego los combates tienen un punto “imprevisible” que los hace aún más emocionantes.

Por otra parte, se han añadido algunas novedades que hacen que los duelos sean más intensos si cabe. Si atacamos a nuestro rival, y este no hace más que defenderse, podremos destruir su armadura, y eventualmente tendremos la posibilidad de hacer un golpe definitivo pulsando los cuatro botones que acabe con él, al más puro estilo “Guilty Gear”. Por otro lado, si escogemos a un personaje como Darth Vader que haga uso de la fuerza, tendremos una barra que mide nuestra “energía”, y si abusamos de nuestros poderes perderemos el control, quedando indefensos temporalmente. Otra novedad son las luchas por equipos, ya que en algunas ocasiones lucharemos con más de un jugador en modo “tag”, es decir, que podemos cambiar de personaje pulsando un botón.

Partiendo la pana

Por primera vez en la saga, tendremos la posibilidad de batirnos contra jugadores de todo el mundo, gracias a Xbox Live o PlayStation Network. Por mi parte he probado el servicio gratuito de Sony, y he podido jugar varios combates sin lag aparente, contra personajes de lo más variopinto. Y es que el editor que ya vimos en “Soul Calibur III” se ha potenciado enormemente, y los accesorios que elijamos no sólo son meramente estéticos, sino que pueden alterar las estadísticas de cada personaje –defensa, salud,…– dependiendo del modo de juego en el que estemos.

En este sentido, además de los obligados modos arcade, versus e historia –el cual, por cierto, se hace excesivamente corto–, nos encontramos con la “Torrre de Almas Perdidas”, una modalidad en la que nos debemos enfrentar con distintas pruebas, que añaden más profundidad al juego en caso de que juguemos en solitario. Eso no quita que se eche de menos un modo de enfrentamiento por equipos, que ya desapareció en la entrega anterior, y que esperemos que vuelva con una actualización.

Conclusiones

A pesar de que este “Soul Calibur IV” no es precisamente revolucionario –y de hecho tiene ciertas carencias–, lo cierto es que se ha consagrado como uno de los mejores títulos de lucha de esta generación… algo que por otra parte no es demasiado complicado, ya que están por llegar pesos pesados como “Street Fighter IV” y “King of Fighters XII”.

En cualquier caso, tanto la posibilidad de jugar on-line, como el modo de creación de personajes, y la posibilidad de desbloquear logros en ambas consolas, dan mucha vida a un juego que ya es bastante duradero por el género en el que se basa. Si te gustan los juegos de lucha, y encima eres un friki de “Star Wars”, ya se convierte en compra obligada 😉

Lo mejor:

• Un título apto para todo tipo de jugadores.
• Los combates on-line están muy bien implementados.
• El editor de personajes suma muchos enteros a la diversión que proporciona el juego.

Lo peor:

• Se echan de menos algunos modos de juego
• En la versión de PS3 los tiempos de carga son ligeramente elevados, aunque pueden reducirse con una instalación opcional.
• Para algunos, los personajes de “Star Wars” pueden parecer algo fuera de lugar.