“Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots”… ¿película o videojuego?
·A veces no lo tengo muy claro
Cuando se publicó “Metal Gear” en el verano de 1987, pocos podían sospechar que la obra de Hideo Kojima sería la primera de una larga y respetada saga que se extendería más de veinte años. Cuando los juegos de la época se caracterizaban por la acción directa y los argumentos fáciles, Kojima sorprendió a todos –incluyendo a la propia Konami– con un título en el que primaba más esconderse del enemigo que atacarle directamente. Además, la trama era bastante compleja, y comenzaba a pincelar una historia que iba más allá de lo evidente, y que incorporaba temas que van desde la clonación hasta el control militar, sin olvidar matices políticos, traiciones y relaciones inesperadas entre los personajes.
Toda esto se fue desarrollando a lo largo de dos títulos para MSX 2, el primer “Metal Gear Solid” para PlayStation –todo un clásico–, las dos entregas para PlayStation 2, y numerosos remakes, versiones extendidas y spin-offs. La saga de Snake y compañía prometía tener su colofón en PlayStation 3, y después de algunos años de espera desde la presentación oficial en el TGS de 2005, por fin podemos comprobar como se han cumplido las promesas de Kojima Productions.
Como me consta después de haber hablado con varios compañeros en la presentación del juego en Madrid, muchos nos negamos a ver los distintos trailers que se han ido mostrando en los principales eventos, para que la experiencia al jugar por primera vez fuese lo más auténtica posible. Después de habérmelo pasado, y de haber disfrutado de la historia como se merece, voy a intentar transmitiros mis impresiones…
Otra vuelta de tuerca más
Lo más importante que hay que saber antes de coger el mando y empezar con este título, es que esta entrega de la saga está destinada a resolver todas las preguntas que han aparecido a lo largo de todos estos años, y por tanto es más que recomendable haber jugado a los juegos anteriores. Aunque podemos hacer lo contrario, es muy probable que el jugador neófito se vea abrumado por la cantidad de personajes y hechos a los que se hace referencia, ya que –salvo en algunas excepciones– sólo se esbozan algunos detalles pasados, y es difícil seguir algunos acontecimientos.
Afortunadamente, si no tenemos acceso a estos títulos, o no nos apatece jugarlos –craso error–, también podemos descargarnos la guía electrónica que se ha publicado gratuitamente en PlayStation Network, en la que además se van desbloqueando nuevos detalles a medida que avanzamos en este “Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots”. Un detallazo por parte de Konami, aunque no habría estado de más que viniese incluida en el propio juego, de manera similar a los documentos que había en entregas anteriores.
En cuanto al argumento en sí, se sitúa en el año 2014, un lustro después del “Incidente Big Shell” ocurrido en “Metal Gear Solid 2”. A pesar de haber transcurrido tan poco tiempo, Solid Snake ha envejecido prematuramente, y tiene una esperanza de vida muy pequeña, por lo que es conocido como Old Snake. Con la ayuda de su viejo amigo Otacon, debe hacer frente a Liquid Ocelot, que está planeando hacerse el control de las milicias del planeta. En un mundo en el que las guerras son un negocio, y todo el ejército está controlado por nanomáquinas, Snake parece ser la única esperanza para la libertad.
A lo largo del juego, apareceran viejos conocidos, veremos nuevas caras, y el humor de Kojima estará patente en los cameos que aparecen en numerosas ocasiones. Además, y sin desvelar demasiado la trama, hay bastantes referencias a otras obras de la compañía, destacando el momento en el que Snake se disfraza como el protagonista de “Snatcher”. Sin duda, un juego hecho con cariño para todos los fans.
Gráficos de lujo
Aunque la resolución nativa no es de 1080p –como ocurre con la gran mayoría de los juegos lanzados para las consolas de esta generación–, el apartado visual de este título de PlayStation 3 sólo se puede calificar como excelente. El modelado de personajes y escenarios, las texturas, y las animaciones demuestran el talento del equipo, y salvo alguna que otra ralentización –sobre todo en una escena en la que vamos a bordo de un vehículo–, la fluidez es la nota predominante.
El motor gráfico luce especialmente bien en las escenas cinemáticas, que por otra parte son excesivamente largas, incluso para un fan de la saga como yo. A pesar de que en tienen cierta interacción –sobre todo en los resúmenes al final de cada fase–, lo cierto es que rompen bastante el ritmo de juego. Afortunadamente, nos las podemos saltar, algo que hace que rejugar el juego tengamos incluso una mejor experiencia que en nuestra primera partida.
Hablando de interrupciones, en esta ocasión las conversaciones por códec son bastante menos frecuentes –de hecho la cantidad de contactos es pequeña comparada con otras entregas–, aunque serán esenciales para conocer todos los detalles de cada situación. Mención especial a las que podemos tener en un enfrentamiento hacia el final del juego, que seguro que traerán una sonrisa a aquellos que disfrutaron “Metal Gear Solid” en PlayStation con un Dual Shock…
Con un iPod en el bolsillo
Al igual que en las dos entregas anteriores, la banda sonora está compuesta por el gran Harry Gregson-Williams, ayudado en esta tarea por Nobuko Toda, Suichi Kobori, Kazuma Jinnouchi y Yoshitaka Suzuki. Como viene siendo costumbre, no falta el tono épico –y melancólico– en las melodías, y como en las mejores películas, algunas notas evocan tiempos pasados, sumergiéndonos de lleno en la historia.
Por otra parte, ahora Snake dispone de un iPod para escuchar la música de fondo que quiera, y a lo largo de los escenarios podemos encontrar nuevas melodías, e incluso podemos escuchar un curioso podcast. También hay que comentar que este no es el único product placement que hay en el juego, ya que veremos portátiles de Apple, móviles de Sony Ericsson, y otros objetos que seguro que nos llaman la atención.
Aunque la promesa de un doblaje en castellano parece que se la llevó el viento, lo cierto que es el trabajo de David Hayter y compañía es altamente profesional, y nos hace olvidar este pequeño problema. La lista de dobladores se mantiene con respecto a otras entregas, por lo que si somos fans de la saga es mejor no estar demasiado atentos a los créditos iniciales, para no arruinar alguna que otra sorpresa que nos ofrece el juego más adelante…
Old Snake, new moves
El control del protagonista es similar al de otros títulos de la saga, y afortunadamente las maniobras de CQC se explican minuciosamente en el menú de pausa, ya que algunas son relativamente complejas. Por otra parte, existen nuevas acciones como rodar por el suelo, y el control de la cámara es mucho más completo de lo que estábamos acostumbrados. En cuanto a las armas, tenemos a nuestra disposición una cantidad abrumadora de ellas –cada una con su sonido característico–, con accesorios personalizables, aunque la gran mayoría son opcionales y podremos avanzar usando sólo unas pocas. Por otro lado, se ha incorporado un medidor de “psyche”, que afectará al ánimo del personaje, a su capacidad de movimiento y a la concentración para disparar de forma precisa.
En esta aventura, Snake lleva un nuevo traje llamado Octocam que le permite fundirse con el entorno, y el nuevo Solid Eye implementa varios modos de visión, sustituyendo a los múltiples visores de otras entregas. Al principio del juego también nos encontramos con un nuevo “juguete” de Otacon: el Metal Gear Mk. II, que será familiar a todos los fans de “Snatcher”. Con este pequeño robot podemos hacer reconocimiento de las áreas, e incorpora otras pequeñas funcionalidades que podrán ser de gran ayuda en algunas situaciones. También podemos encontrar una interesante cámara para hacer fotos en cualquier momento, cuyas instantáneas pueden exportarse luego al disco duro de la consola. Un detalle interesante y original, sobre todo para inmortalizar los momentos posteriores a los enfrentamientos a los miembros de la unidad “Beauty and the Beast”…
Por cierto, el juego está preparado para DualShock 3, aunque todavía no he podido probar su funcionalidad. En caso de que no lo tengamos, para emular la representación del sonido que hace nuestro personaje, se muestra una especie de aura a su alrededor, que se intensifica cuanto más evidentes seamos a nuestros enemigos.
Conclusiones
Kojima tenía la intención de cerrar la saga con esta entrega, y lo cierto es que lo ha hecho con un resultado envidiable. Como ha ocurrido con otros juegos de esta generación, no ha resultado especialmente revolucionario –al menos en cuanto a la forma de jugar–, pero lo cierto es que todos los apartados tienen un acabado excepcional, y el nivel de detalle ofrecido a todos los niveles no es de los que se encuentra a menudo. El juego quizás está empañado por unos tiempos de instalación ligeramente elevados, así como por unas escenas cinemáticas que se pueden hacer algo pesadas en ocasiones, pero esos son factores que no impiden que el resultado final sea altamente recomendable.
A la aventura principal hay que sumar además un modo online que inicialmente iba a ofrecerse a parte, y aunque no lo he probado en profundidad como para valorarlo en su justa medida, supone un incentivo extra a la hora de hacerse con el juego. Eso sí, un tirón de orejas para Konami por el desastroso y tedioso sistema de registro… ¿acaso no podían utilizar el usuario de PlayStation Network?
En definitiva, por fin podemos entre manos uno de los mejores y más esperados juegos de esta generación, tanto por el impresionante apartado técnico –incluso mejor de lo que vimos hace unos años en el primer trailer–, como por lo que supone para los fans de la saga. Montones de sorpresas –que no he mencionado deliberadamente–, acción a raudales, y muchas opciones para rejugarlo, tanto por los secretos que se pueden desbloquear –marca de la casa–, como por las distintas formas de poder acabar el juego. ¿Prefieres el sigilo? ¿Lo tuyo es la acción directa? En cualquier caso, “Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots” es una experiencia obligatoria para todo aquel al que le gusten los buenos juegos.
Lo mejor:
- El apartado visual es de los que quitan el hipo.
- Prácticamente se atan todos los cabos que han quedado sueltos en la saga.
- El Octocamo, los nuevos movimientos, y las otras novedades que se han incorporado.
Lo peor:
- El juego en sí no es precisamente revolucionario.
- Las escenas cinemáticas, aunque espectaculares, pueden hacerse algo pesadas.
- El sistema para registrarse en el modo online.