Ya llevaba un tiempo apuntado en Bloguzz, pero nunca había recibido ningún producto… hasta ahora. Me resultó bastante curioso que Eduard Corral –uno de los socios fundadores– me escribiese un correo para avisarme de que había sido seleccionado para una promoción y que el sistema no estuviese automatizado, pero resulta bastante agradable el trato personal que tienen estos chicos.

El caso es que unos días después del aviso me llegó un paquete con los auriculares Zalman-DS4F, y aunque la caja de cartón era bastante grande, luego me sorprendió que los auriculares eran más pequeños de lo que pensaba:

La verdad es que yo siempre he sido de auriculares de meter en el oído, pero tenía ganas de probar unos más “clásicos”, pero me daba pereza más que nada por su tamaño. Ahora que tengo estos de Zalman, lo cierto es que caben en cualquier sitio, y este detalle es un punto a favor de estos cascos de la marca coreana:

Sin embargo, esta portabilidad hace que estén faltos de cierta robustez, a pesar de que su acabado no sea del típico plástico barato. Por ejemplo, cuando se desdoblan y se quedan en su forma “normal”, las piezas inferiores con los altavoces quedan algo sueltas y giran demasiado sobre sí mismas, lo que hace que a veces sea relativamente complicado ponérselos. Por otro lado, echo de menos algo más de material blandito en la parte superior, ya que después de llevarlos puestos un rato, se siente cierta molestia en la cabeza.

Puestos a comentar puntos negativos, la almohadilla que llevan es de un material poco transpirable, y hace que mis orejas suden a los pocos minutos. Como detalle anecdótico, tengo que comentar que mi cabeza tiene un tamaño considerable, y que aún así no tengo que ajustar demasiado las patillas laterales, por lo que imagino que a la gente que tenga la cabeza pequeña les bailarán un poco…

Sin embargo, estos pequeños inconvenientes se olvidan cuando escuchamos la música a través de su doble diafragma, que hace que tanto sonidos graves como agudos suenen perfectamente. Mis gustos musicales son bastante eclécticos, y además en el iPod Touch llevo también bastantes podcasts, por lo que he podido probar de todo, y siempre lo he disfrutado mejor que con mis anteriores auriculares, y sin que me molesten sonidos externos.

Esto es especialmente importante en Madrid, ya que tanto en la calle como en el transporte público la cantidad de ruido es elevado, y con los Zalman puedo escuchar música tranquilamente sin molestar a los demás, y sin tener que ponerla demasiado alta, algo que mis oídos agradecen bastante.

En cuanto al cable, mide aproximadamente un metro y medio, y es más que suficiente para su uso en la calle o con una consola portátil –lo cual es un lujazo, por cierto–, aunque quizás se queda algo corto para usar los auriculares en casa con un PC o un equipo similar. Por otro lado, el cable está bien blindado, y no tenemos el problema de escuchar “golpecitos” al andar, como ocurre con otros cascos de menor calidad. Además, el conector tiene un acabado dorado, lo que supone un mejor contacto eléctrico, y por tanto, mayor calidad de sonido.

En definitiva, se trata de unos auriculares con una calidad bastante alta para su precio –que ronda entre los 25 y 30 Euros–, aunque no están exentos de defectos… aunque una gran parte de ellos sean más achacables a mi persona que al dispositivo en sí. Si tienes que jubilar tus cascos, o buscas una opción relativamente económica, dales una oportunidad.