Impresiones de la demo de “MotorStorm: Pacific Rift”
·Parece una digna secuela
Si la semana pasada disfrutaba como un enano con la demo de “Pure”, estos días he estado probando la demo de su más directo competidor, ya que fui uno de los afortunados en recibir un código para probar “MotorStorm: Pacific Rift”.
No sé si será por el buen gusto que me dejó el juego de Blackrock Studio, o porque la primera entrega de “MotorStorm” no me terminó de convencer, pero el caso es que esta segunda parte del título de Evolution Studios me ha dejado un sabor agridulce, a pesar de ser de lo que más me gusto en el PlayStation Day celebrado hace unos meses.
Gráficamente tiene un buen nivel –pese a no estar en 1080p–, aunque recuerda demasiado a la primera entrega. De hecho, el circuito de la demo es prácticamente calcado a lo visto en el título anterior, lo cual no me ha parecido una decisión demasiado acertada. Habrá que ver si en la versión final se siente la espesura de la selva y las novedades que prometió Paul Hollywood.
En cuanto a los vehículos, se incluyen tres de los ocho tipos que estarán disponibles en la versión definitiva: una moto, una ranchera y el Monster Truck. La primera es la que ofrece la mejor maniobrabilidad a costa de ser más vulnerable, y los otros se sienten demasiado toscos al contacto con el terreno, especialmente el vehículo más grande.
La verdad es que la demo no da para mucho, ya que el circuito es bastante corto, y sólo tiene aliciente jugarlo en el modo de dos jugadores a pantalla partida, en el cual se sustituyen la moto y el Monster Truck, por un buggie y un coche de rally. Respecto a este modo, hay que comentar que la fluidez gráfica se mantiene gracias a un interfaz simplificado y a costa de tener menos contrincantes en la carrera, pero al menos así podemos jugar con un compañero sin problemas.
En definitiva, una demo bastante básica, a la que le falta algo de fuerza para restar las ganas que tengo de jugar a “Pure”. Veremos si la versión final me hace cambiar de opinión…