Todavía recuerdo el primero móvil que me compré hace un porrón de años: un Alcatel One Touch Easy DB. Desde entonces, por mis manos han pasado muchos móviles, pero una cosa no ha cambiado hasta hace poco, ya que siempre he sido cliente de Amena/Orange en su modalidad de prepago. En general no uso el móvil demasiado, por eso no quiero atarme a contratos, pero las tarifas abusivas de esta operadora –sobre todo en horario matutino– me estaban mosqueando, por lo que empecé a buscar alternativas.

Estaba claro que ninguna de las compañías grandes sale rentable –salvo que tengas activados mil packs de descuento y hables mucho–, por lo que la opción era buscar entre los operadores virtuales, o los nuevos competidores que poco a poco están haciendo frente a las “tres grandes” en este país.

Al principio me llamó la atención Yoigo, aunque el consumo mínimo mensual me echó un poco para atrás. Por eso me encantó Simyo, ya que ofrecía una de las mejores tarifas –actualmente es la más barata–, sin compromisos, sin cuotas mínimas, y con unas condiciones sin competencia.

¿Demasiado bonito para ser verdad? Eso creía al principio, sobre todo después de ver a gente quejándose por el mal servicio al cliente, por fallos de facturación, o por problemas de portabilidad de todo tipo. Para no arriesgarme, cogí un número nuevo hace casi un mes, y la verdad es que hasta ahora sólo he tenido alegrías.

Ahora hablo más que antes –sin pensar en horarios–, y gasto menos. Incluso me puedo permitir el lujo de mirar el correo, o navegar por Internet, ya que las tarifas son bastante aceptables. Por ejemplo, ver los correos o enviar uno con la aplicación de Gmail para móviles –de lo más útil, por cierto– me cuesta dos céntimos. Si tenemos en cuenta lo que cuesta enviar un SMS con cualquier operador –algo que daría para escribir otro post–, creo que el ahorro es evidente.

No he tenido ningún problema de cobertura hasta ahora –usan la infraestructura de Orange–, y lo único que falta es la posibilidad de enviar SMS a números “premium”, es decir, a concursos y cosas por el estilo. Esto puede parecer una tontería, pero también tiene la desventaja de que no se pueden configurar correctamente las alertas de Google Calendar, por ejemplo.

En definitiva, estoy bastante contento, y me he animado a escribir este post porque la mayoría de cosas que se pueden encontrar en Internet sobre esta compañía son de gente que ha tenido problemas con ellos, y la verdad es que me parece un poco injusto. Si estás cansado de tu operador, y quieres probar algo diferente, dale una oportunidad a Simyo, aunque sea con una tarjeta para llamar en “horario punta”. Por cierto, si te animas ponte en contacto conmigo, ya que nos pueden dar 5 euretes de regalo a los dos 😉

Como nota curiosa, os dejo esta imagen que está colgada en la web de Simyo como “mapa cobertura falso”, hecha por un “artista” del Paint. Increíble, pero cierto 😄