“Heavenly Sword”: Espadazos de diseño
·Uno de los títulos más potentes de PlayStation 3
Los orígenes de Ninja Theory, los desarrolladores de este título, no dejan de ser curiosos. En el año 2003, eran conocidos como Just Add Monsters, y crearon el genial e incomprendido “Kung Fu Chaos” en Xbox, que fue publicado por la propia Microsoft.
Un año después, formaron el estudio actual en Cambridge, aunque ya habían comenzado el desarrollo de “Heavenly Sword” justo al finalizar el título anterior. En un principio, estuvo planeado para PC y Xbox –de hecho podemos ver un prototipo del juego en TeamXbox–, pero se migró el desarrollo a PlayStation 3 cuando SCEE llegó a un acuerdo con ellos.
Esto hizo que un equipo de unas 20 personas fuese creciendo hasta multiplicarse varias veces, para cumplir las expectativas que se estaban depositando en ellos. De hecho, han echado mano de uno de los mejores motores físicos de la industria (Havok Complete), del equipo de efectos especiales de la trilogía de “El Señor de los Anillos” –con Andy Serkins (alias Gollum) como personaje principal y Director Dramático del juego–, y no se han escatimado recursos para recrear la música –totalmente orquestada–, y los efectos de sonido del juego.
Después de todo esto, el público espera uno de los mejores juegos producidos en la historia de los videojuegos. ¿Lo habrán conseguido?
Gráficos deslumbrantes
Desde luego, todo el esfuerzo de estos años queda patente en los primeros minutos del juego. Nada más empezar nos encontramos con un breve combate, en el que Nariko –la protagonista– se enfrenta contra cientos de enemigos. Cada uno de ellos está modelado con detalle, y la animación es sencillamente perfecta, lo cual deja a las claras el poderío de la consola y del engine gráfico.
Sin embargo, lo mejor viene cuando vemos primeros planos de las caras de los personajes. Aquí se nota enormemente la captura de movimientos del equipo dirigido por Andy Serkins, ya que la forma más precisa de describir el detalle gráfico y de las animaciones, es decir que es lo más parecido a la realidad que se ha visto en mucho tiempo. Las demos técnicas que se vieron en el “Shenmue Passport”, por poner un ejemplo, ya han sido superadas con creces.
Por otra parte, los escenarios tienen una belleza sublime. Las estructuras mezclan influencias europeas y asiáticas, y en las ocasiones más tranquilas merece la pena detenerse un momento, para disfrutar plenamente del detalle de los templo, de las banderas que se mecen al viento o del agua de una cascada en la lejanía.
Sin embargo, no todo es perfecto, ya que hay ciertos detalles que no están a la altura. Por ejemplo, las sombras no son muy realistas, y en algunas ocasiones empañan el detalle de las increíblemente detalladas texturas del juego. Por otra parte, los dedos de los personajes no tienen demasiados polígonos, y algunas veces las articulaciones se ven algo extrañas. Por último, a pesar de que se ha dedicado un núcleo de Cell para recrear el pelo de Nariko, el resultado final no es demasiado convincente.
Variedad en el desarrollo
Lo mejor del juego, es que no todo consiste en dar espadazos a diestro y siniestro, como podría esperarse en un principio. No obstante, esta parte es fundamental, y tendremos que aprender distintos combos que dejan fuera de combate a nuestros enemigos aunque se cubran. Para ello, podemos emplear uno de los tres estilos de lucha –rápido, potente, y a distancia– dependiendo de cómo nos veamos rodeados. Aunque se pueda jugar como un “machabotones”, lo cierto es que el sistema que hay por debajo es bastante más complejo de lo que pudiese parecer a primera vista.
Los momentos más originales suelen venir cuando tenemos que controlar a Kai, la hermana adoptiva de la protagonista. Con la ayuda del SixAxis, podemos dirigir a voluntad las flechas que dispara, en una secuencias que recuerdan al “bullet time” que popularizó la película “Matrix”. Esta técnica también se utiliza para dirigir los objetos que lanza Nariko –como escudos, espadas o los propios cuerpos de los enemigos–, así como las balas de un cañón con las que debemos acabar con unas enormes catapultas del ejército enemigo.
Tampoco podemos olvidar los momentos de pulsar botones al estilo QTE, como en “Shenmue” o “God of War”. Lo mejor de todo, es que esto no sólo se reduce a algunas secuencias predefinidas, sino que en algunos combates normales tendremos que pulsar algún botón para poder acabar con los rivales.
Lo que es una pena, es que los escasos puzzles del juego se reduzcan generalmente a lanzar un escudo para golpear unos gongs o a mover una palanca, para abrir puertas que nos bloquean el camino… pero al menos, no todo se reduce a machacar enemigos, como en otros juegos de corte similar.
Música y sonido de cine
A lo que no se pueden poner pegas, es al audio del juego. Los efectos de sonido se han creado especialmente para el título a partir de objetos reales, y se han utilizado las espadas de “Tigre y Dragón” para que los ataques de Nariko suenen realistas y contundentes. En cuanto al doblaje, queda patente que ha sido realizado por profesionales del sector, y de hecho nos sonarán bastantes voces en la versión castellana. Lo bueno del Blu-ray es que podemos escuchar las voces en versión original, y apreciar la excelente sincronización con el movimiento de los labios.
La música es épica y memorable, con claras influencias orientales. Las magníficas composiciones de Nitin Sawhney estan perfectamente interpretadas por la “Orquesta Filarmónica de Praga”, y esto ayuda aún más a introducirnos en el idílico mundo que nos envuelve en el juego.
Conclusiones
“Heavenly Sword” sorprende por varias razones. En primer lugar, ha demostrado –como ya hizo “God of War”– que los mejores juegos de este género no tienen porque tener origen japonés. Por otra parte, el poderío técnico de PlayStation 3 está avalado por los increíbles primeros planos, y el detalle de las texturas de escenarios y personajes. Sin embargo, también sorprende por el hecho de que tantos años de desarrollo sólo se traducen en una intensa experiencia que dura unas seis horas.
Esto no es un problema por sí mismo –muchos de los mejores juegos de la historia no destacan especialmente por su duración–, pero lo cierto es que personalmente esperaba “algo más”. Imagino que los chicos de Ninja Theory se habrán guardado algún as en la manga para la más que previsible secuela, ya que el “Modo Infierno” que se desbloquea al final no prolonga demasiado la vida útil del juego.
A pesar de todo, es un espectáculo que hay que disfrutar para saber que es eso de “la nueva generación” –un término que ya está empezando a quedarse obsoleto, por cierto–, y el título invita a rejugarlo una y otra vez por el simple placer de blandir la espada celestial, y para desbloquear todos los extras en forma de galerías con el fin descubrir hasta el último detalle del desarrollo.
Lo mejor:
- Gráficos apabullantes, con unas animaciones faciales sencillamente increíbles.
- Las fases con Kai dan bastante variedad al juego.
- La historia es buena, y se complementa con la serie animada incluida en el propio juego.
Lo peor:
- A algunos se les puede hacer bastante corto.
- Algunos detalles gráficos como las sombras o el movimiento del pelo no están a la altura.
- Aunque el sistema de combate es muy completo, el juego prácticamente se puede acabar pulsando indiscriminadamente los botones.