Tengo que admitirlo: estoy sorprendido. Había muchos juegos buenos para estas Navidades que prometían ser una auténtica revolución, y como cabía esperar, unos han cumplido expectativas, y otros se han quedado a medias… y luego está este “Call of Duty 4”, que ha sorprendido a propios y a extraños por diversos motivos.

En primer lugar, los chicos de Infinity Ward han decidido abandonar –temporalmente por lo que parece– la Segunda Guerra Mundial para centrarse en hechos bélicos recientes. Por otra parte, han madurado un juego muy sólido, sin apenas fisuras, y que se desmarca –junto a “Super Mario Galaxy”, “Bioshock” y “Uncharted: El Tesoro de Drake”- como lo mejor que se puede encontrar en las tiendas de videojuegos actualmente.

Un motor gráfico a prueba de bombas

“Call of Duty 4” es de esos juegos que entra por los ojos. Sorprende desde el tutorial hasta el mismísimo final, y se nota que el equipo se ha tomado su tiempo para exprimir como es debido las consolas actuales. Además, da gusto comprobar que fluye igual de bien tanto en Xbox 360 como en PlayStation 3, lo cual demuestra que lo importante es tener un equipo de programación competente, más que el hardware en sí.

A los detallados modelos de todos los personajes –tanto amigos como enemigos–, hay que añadir una cantidad de efectos y filtros apabullante, que tienen la virtud de que en ningún momento nos distraen de la acción principal. Detalles como la visión nocturna, el desenfoque al apuntar o el mareo producido por una granada, hacen que nos sintamos dentro del campo de batalla.

Los escenarios son bastante amplios, se sitúan en diversas localizaciones, y transcurren tanto en interiores como en exteriores, sin que en ningún momento se aprecie ninguna ralentización. Si a esto le sumamos una iluminación realista y espectacular –tanto de día como de noche–, tenemos todo un logro del que deben tomar nota otras compañías…

Control ajustado al milímetro

Aunque no dejamos de ser un simple peón en la enorme batalla que se libra a nuestro alrededor, la inmersión es total. Al contrario que en otros juegos del género, no somos un protagonista solitario que salva al mundo gracias a sus heroicas acciones, sino que estamos a las órdenes de nuestro comandante, y tenemos que estar pendientes del pellejo de nuestros compañeros… los cuales tienen una inteligencia artificial bastante buena, por cierto.

Gracias al intuitivo marcador que indica donde se encuentra nuestro próximo objetivo nunca nos sentimos perdidos, y aunque el juego es algo lineal, eso no impide que a veces nos tome por sorpresa, y vivamos momentos realmente espectaculares y únicos. Además, la gran variedad de acciones –no todo consiste en avanzar y matar– hace que no nos aburramos en ningún momento.

El control es muy preciso, y se aprende rápidamente gracias a un curioso tutorial, que hace las veces de selector de dificultad. El manejo de las armas es bastante realista –con sus limitaciones–, y algunas de ellas, como el misil anti-tanques, harán que nos quedemos con la boca abierta. Además, a diferencia de otros juegos, las paredes y otras superficies “ligeras” no son un obstáculo insalvable, y si tenemos la munición adecuada, podemos acabar con nuestros enemigos a pesar de que se cubran.

Siente el canto de las balas

El sonido es otro apartado que casi roza la perfección. Por una parte, la música ambiental es realmente buena, y toma protagonismo en los momentos adecuados para sentirse como un auténtico soldado. Lo mejor de todo, es que Activision la ha puesto para descargar de manera gratuita en la página oficial.

Por otra parte, los efectos de sonido son realistas y contundentes, como cabría esperar en un título de este tipo. Todas las armas y vehículos tienen su sonido característico, y el sonido de las explosiones se siente en el estómago si tenemos el equipamiento apropiado. Las voces también brillan con luz propia, con un doblaje muy logrado y creíble en la mayor parte de las ocasiones.

Conclusiones

En Infinity Ward llevaban dos años preparando algo grande, y por fin tenemos el resultado entre manos. El cambio de ambientación ha sido un gran acierto, ya que permite situaciones que eran impensables en la Segunda Guerra Mundial, todas ellas representadas por uno de los motores más sólidos y efectivos que se han visto en la actual generación de consolas.

El único gran “pero” del juego es su corta duración en el modo de un jugador –unas pocas horas–, pero esto se salva con creces por la variedad del desarrollo –incluído el hecho de ponernos en la piel de dos personajes distintos–, los grandes momentos que se viven, y, sobre todo, un espectacular y divertido modo on-line.

Puede que otros juegos como “Halo 3” tengan una maquinaria de marketing enorme detrás y se hayan anunciado como el juego del año, pero no te dejes engañar: “Call of Duty 4: Modern Warfare” es la mejor compra que puedes hacer para PlayStation 3 o Xbox 360. Una apuesta segura.

Lo mejor:

• Espectáculo al más alto nivel.
• El control es una delicia, y nuestros compañeros no nos dejan vendidos.
• El modo multijugador es eterno.

Lo peor:

• La corta duración del modo campaña. ¡Queremos más!
• El desarrollo es algo lineal, y no se favorece en exceso la experimentación.
• A veces nos matan injustamente, y “de rebote”.