Las buenas relaciones que quieren mantener los chicos de EA con los blogs están empezando a dar su fruto, ya que poco después de la cena que tuvo lugar en Madrid hace dos semanas me enviaron los juegos que les había pedido para analizar.

Uno de ellos es este “Burnout Dominator” para PSP, un título al que tenía muchas ganas después de haber disfrutado del resto de la saga en PlayStation 2. La verdad es que las expectativas se han cumplido con creces, ya que el juego –pese a tener sus fallos, como todos– es de lo mejor que podemos encontrar de este género en la portátil de Sony.

Volviendo a los orígenes

El equipo de EA UK ha sabido volver a los orígenes de los primeros juegos de Criterion, con un título en el que prima la velocidad y la conducción agresiva. Aunque los Takedowns –hacer chocar al rival– están presentes, predominan las carreras y los eventos en los que importa es conducir en sentido contrario, rozar a los distintos vehículos, aprovechar los desniveles para saltar, así como hacer espectaculares derrapes al más puro estilo “Out Run”.

Todas estas virguerías nos proporcionan impulso para hacer “burnouts”, que se pueden encadenar para alcanzar velocidades que de otra manera serían imposibles. De hecho, en muchas ocasiones nos preguntemos si estamos con un juego de coches o con unas naves tipo “F-Zero” o “Wipeout”. Sin duda, saber dominar este arte es la verdadera esencia del juego.

Otro concepto interesante es el de los “Atajos distintivos”, que se abren haciendo chocar a un rival contra unas vallas amarillas. De esta manera podemos apurar los segundos necesarios para conseguir la medalla de oro en esa prueba que se nos resiste.

Polígonos a toda velocidad

El apartado gráfico es realmente increíble, como se puede ver en las capturas que acompañan a este análisis. Tanto los escenarios como los distintos vehículos lucen de maravilla en la pantalla de la PSP, y a diferencia de lo que ocurre con otros juegos, no se aprecia ningún efecto de ghosting. Esto es sin duda un detalle de agradecer, ya que las velocidades que se alcanzan son realmente vertiginosas, y la sensación es completa gracias a la suavidad con la que se mueve todo.

¡Ponte los auriculares!

El apartado sonoro es realmente bueno, con unos efectos claros y contundentes, acompañados por una música realmente cañera. La banda sonora está compuesta por más de treinta pistas, firmadas por artistas que van desde Avril Lavigne –con su peculiar tema “Girlfriend” en Inglés, Japonés, Mandarín y Español– hasta Filter. Hay temas de otros músicos menos conocidos, pero que después de un tiempo empezarás a tararear sin darte cuenta. De hecho hasta me estoy acostumbrando a eso de “¡¡¡Hey hey, cho-cho, yo quiero ser tu novia!!!” 😄

En cualquier caso, se echa de menos la posibilidad de poder reproducir la música que tengamos almacenada en la Memory Stick, como ocurre con otros títulos que tienen EA Trax, aunque por otra parte podemos desactivar alguna canción si nos hartamos de ella.

Control exquisito

Toda la experiencia de juego se quedaría en nada si no estuviese acompañada por un buen control. Afortunadamente el pad analógico de la consola responde a la perfección a nuestras órdenes, y es un auténtico lujo conducir los distintos vehículos que ofrece el juego. En este sentido también se tiene que destacar que es completamente distinto conducir uno de los sencillos coches del principio que los bólidos que aparecen hacia el final, en los que hay que dominar al milímetro los derrapes para no hacer un trompo.

También da gusto controlar la trayectoria después de los choques, teniendo la oportunidad de llevarnos a los rivales por delante haciendo que se estrellen contra lo que queda de nuestro vehículo… o incluso reventando el coche. Hay que utilizar con cuidado esta última opción, ya que nos quedaremos sin impulso si no conseguimos hacer un takedown en el intento.

Valoración

A todo esto le tenemos que sumar descargas de contenidos extra –un par de pistas nuevas que se suman a las doce que vienen de serie–, la posibilidad de subir nuestros récords a la web de EA, y modos multijugador vía ad-hoc y por turnos en una sóla consola. La verdad es que se echa de menos el trepidante modo “Crash” de otras entregas, pero lo cierto es que es una apuesta segura tanto para matar el tiempo en el transporte público, como para echar unas partidas más “relajadas” en casa mientras desbloqueamos todos los coches y eventos. Además, es el mejor entrenamiento hasta la llegada de “Burnout Paradise”… ¿estás preparado? 😉