El Blog de Manu

Alfonso Azpiri

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Un genio a todas luces

Alfonso Azpiri

Alfonso Azpiri nació en Madrid en 1947 en el seno de una familia de músicos, y aunque inicialmente estudió piano y trabajó con un grupo llamado “Doble Sonido”, su afición por el dibujo le hace dejar la música para dedicarse de lleno a la ilustración.

Revistas y Cómics

A los 25 años colabora por primera vez en el mundo editorial con la revista Trinca, en la que salen las series “Dos fugitivos en Malasia” y “Alpha Cosmos”. Tras su cierre, los años siguientes trabaja en algunas revistas eróticas italianas. Fruto de esa experiencia, nace en 1979 en las páginas de Mastia su personaje femenino más conocido: Lorna. Hasta ahora han salido seis aventuras al mercado, y dentro de unos días se va a estrenar su séptimo libro: “Las Torres Negras”.

Las Torres Negras

Al igual que otros de sus comics, “Lorna” se ha publicado internacionalmente en revistas como Penthouse o a través de Heavy Metal.

En el año 1988 comienza la publicación de “Mot” en El Pequeño País. Las aventuras de este monstruo creado junto a Ignacio Moreno ("Nacho") continuarían durante cuatro años, y fueron recogidas en cinco libros recopilatorios. Unos años después también salió el comic infantil “El Bosque de Lump” en el mismo medio.

Otras obras suyas son “Sueños Húmedos” –premio al Mejor Cómic Erótico del “Saló del Còmic de Barcelona” 2000–, “Sensations”, “Despertares”, “Demon Wind”, “Cementerio Estelar” –con el guión de Carlos Giménez–, “Coxas de Miedo” o “El Fantasma de Palacio”. Además, sus obras han aparecido en revistas míticas como Cimoc, 1984 o Zona 84.

Cine

En 1985 su amor por la ciencia ficción y las maquetas, además de su reconocido prestigio, hacen que Fernando Colomo contacte con él para diseñar el traje que lucía Miguel Bosé en “El Caballero del Dragón”, aunque finalmente no pueda reconstruir también la nave por problemas de tiempo.

En 2002, colabora en la película infantil “El Rey de la Granja”, que combina imagen real y animación infográfica, donde realiza los diseños de animación 3D.

Dos años después, hace el cartel y parte del diseño de vestuario de “Rojo Sangre”:

Rojo Sangre

Ciro Altabás también contó con Alfonso para que le hiciese el cartel de su corto “DVD” –después de que se conociesen en el rodaje de “Cazadores de Lobos”–, y la imagen ha pasado a ser parte de la cultura friki de este país, ya que fue el corto oficial del “Día del Orgullo Friki 2006”. Además, el propio Azpiri hace un pequeño cameo en el corto, ya que en una escena aparece leyendo una Micromanía.

Alfonso continúa involucrado en el cine, realizando Story-Boards, diseños de personajes, escenarios, etc. Además ha declarado que estaría encantado de llevar a “Lorna” a la gran pantalla, con actores reales.

Videojuegos

Su trabajo de ilustrador llega más allá del comic y las revistas cuando comienza a dibujar portadas para los juegos de la edad dorada del software español, después de que Dinamic contactara con él para hacer las portadas de “Rocky” y “Abu Simbel Profanation”. Finalmente termina colaborando con varias casas de software, y su obra en este medio se compone de más de 200 ilustraciones en total.

Además, sus dos trabajos más conocidos: “Mot” y “Lorna”, son llevados al videojuego por Opera en 1989 y Topo en 1990 respectivamente, aunque inicialmente era Dinamic la que tenía los derechos de la musa femenina de Azpiri.

Con la llegada de los ordenadores de 16 bits, Alfonso realizó en 1992 los diseños del juego erótico “La Colmena” junto a Opera Soft. Está orientado a jugar en grupo, y está compuesto de varias pruebas como si fuese un juego de mesa basado en preguntas y respuestas.

Viaje al Centro de la Tierra

Televisión

Debido al éxito de “Mot”, L´Studio-Canal Plus Internacional se interesa por los derechos y creó en 1995 una serie de dibujos animados de 26 capítulos de 30 minutos que se emitió en varios países, incluído España. Azpiri no tuvo control sobre la serie, y aunque tuvo bastante éxito, poco tiene que ver con la idea original.

Lorna” y “El Bosque de Lump” también iban a aparecer en este medio, pero al final las productoras no han sabido sacar adelante los proyectos.

Entrevista

Gracias a Ciro Altabás pude ponerme en contacto con Alfonso Azpiri, y no puso ningún reparo para hacerle una entrevista. El pasado miércoles quedamos en una cafetería del centro de Madrid y contestó a las siguientes preguntas con el buen hacer que le caracteriza:

¿Qué te motivó a dejar la música para dedicarte de lleno a la ilustración?

Yo no dejé nunca la música, me sigue gustando y me sigue encantando. Yo por tradición termine la carrera de Piano, Historia de la Música, Armonía,… –la carrera de músico es muy larga–, y estuve trabajando en un grupo en la época de “Los Bravos”. Me acostaba muy tarde, a las cuatro de la mañana, pero me levantaba a las diez para dibujar historietas: es lo que me gustaba hacer, y lo que me ha gustado toda la vida.

Date cuenta que a mi desde pequeño me han influenciado mucho el cine y la historieta, son las cosas que más vida nos han dado para desarrollar nuestra imaginación. Tengo un montón de páginas que nunca han sido publicadas, guardadas en un baúl, que para muchos aficionados sería un cofre de tesoros.

Cuando apareció la revista Trinca, hubo un momento en el que yo vi que el comic había ganado la lectura para los adultos, y me impresionaban dos dibujantes en España que eran Risió y Esteban Maroto. Vi que el comic era mucho más de lo que había leído en los tebeos, y empecé a dibujar historietas de ese tipo. Un día, metí en una carpeta esas historias y me fui a ver al director de la revista Trinca, y yo no sé porqué, ya que en aquella época dibujaba bastante mal, la verdad, pero me aceptaron una historia y me encargaron una serie larga que se llamaba “Dos Fugitivos en Malasia”. Fueron 42 capítulos en blanco y negro, que tuvo muchos cambios y saltos, porque empecé el guión y luego lo continuó otra persona.

Por otra parte, yo tenía una relación muy fuerte con todos los escritores de ciencia-ficción aquí en España: Carlos Buiza, Jose Luis Garci, Carlos Saiz Cidoncha –con el que colaboré bastantes veces–, y teníamos reuniones todos los viernes en Atocha, donde quedaban todos los escritores del género. Yo tenía una historia dibujada basada en una obra de Carlos Buiza: “Apólogo del Niño Marciano”, con un dibujo peculiar y unos colores muy chillones. Se la presenté a Carlos, le gustó y nos hicimos muy amigos.

Luego hice el libro de “Alpha Cosmos”, en el cual queda retratado también la historia anterior, pero una segunda versión que hice para la revista Trinca.

En definitiva, donde más a gusto me encontraba es dibujando, primero en la cocina o donde fuese, y más tarde en una mesa de profesional.

Tu estilo es muy personal, pero ¿cuáles son sus raíces? ¿A qué dibujantes admiras?

Volviendo a mi juventud, me marcó por ejemplo “Aventuras del FBI” de Luis Bermejo, que me parece un profesional como la copa de un pino.

Cuando la revista Trinca desapareció, estuve trabajando para una editorial italiana haciendo erotismo –el origen de mi mundo erótico–, en la cual tenía que hacer unas 240 páginas mensuales. Allí tuve mucho contacto con Victor de la Fuente. Creo que Victor fue uno de los maestros que más me han marcado, y gracias a Dios se marchó a Paris y yo tuve que seguir mi camino sólo, y creo que eso me ayudó bastante para desarrollar mi carrera.

Admiro a muchos dibujantes, a todo aquel que se dedique al comic o a la ilustración, para mi eso ya es admirable por sólo dedicarse a ello.

¿Existió alguna inspiración especial para el diseño de Lorna, alguien real quizá?

No me he basado en nadie, aunque algunos compañeros míos del mundo del cómic, me han achacado un poco que Lorna es mi mujer. Mi mujer es estupenda, pero no llega a ser la Lorna que yo dibujo. Quizás inconscientemente algo de mi mujer está ahí: es rubia, está muy bien y puede que haya influencias de alguna manera.

Lorna nació en los años de la apertura aquí en España, cuando en todas las revistas no había nada más que tetas. Entonces, una revista llamada Mastia me encargó una historia erótica, y yo me basé en todo lo que había aprendido en el dibujo erótico de las revistas italianas y en la ciencia ficción, que es el que más me atrae.

Boceto de Lorna y Arnold

Cuando hice los primeros dibujos, la acompañé de un robot que no tiene nada que ver con el Arnold actual. La editorial me dijo que tenía que hacer un robot que se pareciera a C3PO de “La Guerra de las Galaxias”. Yo algunas veces he querido destruir ese robot, para volver a hacerlo de nuevo, pero ahora me da un poco de miedo. Ya son muchas historias con los personajes, y en vez de destruirle le acoplé un compañero nuevo: ADL, un robot mariquita.

Últimamente en las historias van saliendo menos los robots, ya no son tan cómicas como eran al principio. Ahora Lorna no es la señora que se dedicaba a tirarse a todo bicho viviente… aunque era divertido, ahora estoy haciendo otras cosas también muy divertidas.

¿Cómo era el proceso creativo para hacer la carátula de un juego? ¿Jugabas en algún momento a los juegos?

Mira, eso era un milagro en aquella época. La primera portada que hice fue la de “Rocky” para Dinamic –cuyo original está perdido y seguro que alguién lo tendrá colgado en su casa–, cuando Pablo, director de la compañía, me la encargó. Yo no había visto ningún diseño de interior, ni siquiera tenía ordenador para jugar, pero Pablo me explicó en mi casa el concepto del juego.

Me planteé hacer una portada que tuviera impacto, que enganchara a los chavales de aquella época, ya que los gráficos de los juegos de antes no tenían nada que ver con lo que tenemos ahora. Recuerdo que después de comprar un Spectrum, veía juegos como “Alien 8” o “Knight Lore”, y comentaba con Juan Giménez lo alucinados que estábamos viendo cómo se movía el protagonista y se transformaba en hombre lobo… y fíjate lo que era.

Después de hacer varios bocetos de la portada –algo que siempre hago en cualquier trabajo–, me quedé con el golpe final en el que Rocky está derribando al contrincante y le tiene entre las cuerdas cayendo. La portada tuvo mucho éxito y se comentó bastante, y posteriormente comenzaron a llegar más carátulas para otros juegos, hasta llegar a hacer unas doscientas, con algunas que no llegaron a salir.

A veces llegaba a Erbe, cuyo director era Paco Pastor –al cual conocía de “Fórmula V”–, y me decía: Tienes que hacer una carátula para un juego de Titanic. Y yo le preguntaba: ¿De qué va el juego?, y Paco me contestaba: Y yo que sé, todavía están haciéndolo. Entonces yo me buscaba la vida para buscar algo que fuera impresionante y que tuviera algo que ver, y así era la tónica general.

Muchas veces hacía la portada, se anunciaba en Micromanía a bombo y platillo, y luego no salía el juego. Pero así es como se trabajaba.

¿Qué carátula recuerdas con más cariño?

Yo con cariño recuerdo casi todas. Hay una que es “Army Moves”, que tuvo mucho éxito. Pero posiblemente las portadas a las que tengo más cariño son la de “Lorna”, la de “Viaje al Centro de la Tierra” y la de “Sirwood”. Son de una época en la que me dio por trabajar a más de un DIN A2, aunque luego lo reducían yo me daba unas panzadas a dibujar terribles. Luego volví a trabajar en un tamaño más pequeño.

También recuerdo la de “Tuareg”, “Camelot Warriors” o “Satán”, que se encuentra en ese grupo de carátulas que no salieron.

Sirwood

Además de realizar portadas, en algunos casos estuviste involucrado en el desarrollo de los juegos, como en “Lorna” o “La Colmena”. ¿Qué experiencias recuerdas de ello?

La Colmena”, “Lorna”, “Mot” y alguno más en los que hice algunos diseños. En “Lorna” llegué a diseñar todos los movimientos: como saltaba, cómo se agachaba, etc.

La Colmena” fue un trabajo diferente. Era un juego erótico con unas 52 pantallas interiores, dibujadas en plan cachondo y que poca gente las conoce, salvo los que tengan los juegos.

En otro juego recuerdo que hice los diseños en panorámico para que se pudiese mover la pantalla. Ahora ya se acabó todo eso: viene todo de fuera hecho y terminado.

Aunque trabajaste bastante con Dinamic, y de hecho fueron los que te iniciaron tu relación con el mundo de los juegos, algunos trabajos como “After the War” o “Satán” no fueron publicados, y se usaron finalmente ilustraciones de Luis Royo. Por otra parte, el proyecto “Lorna” estuvo inicialmente en manos de Dinamic y finalmente pasó a Topo. ¿Tuviste algún problema con los hermanos Ruiz?

Problema no he tenido nunca con los hermanos Ruiz, me he llevado muy bien con ellos, pero creo que les fastidió un poco que yo empezara a trabajar con Erbe y con Opera Soft.

Date cuenta que por aquel entonces las tres empresas más fuertes eran Dinamic, Opera Soft y Erbe. Yo no tenía una exclusiva con Dinamic y vivo de esto, y cuando empecé a trabajar con otras empresas creo que se molestaron, y al poco tiempo dejé de hacer trabajos para ellos. Con Erbe normalmente hacía una portada mensual, y ni a ellos ni a Opera les importaba que trabajase con otras empresas.

Teníamos el proyecto de “Lorna” con Dinamic, y una chica trabajó conmigo en los movimientos. No sé si ellos no veían la viabilidad del juego o qué pasó, pero el caso es que lo suspendieron. Así que ofrecí la propuesta a Erbe, y ellos lo hicieron.

Por otra parte, Opera Soft compró los derechos de “Mot”, y mi colaboración fue muy íntima y directa con ellos.

Pero vamos, no tengo nada en contra de los hermanos Ruíz ni con Pablo, me encanta como son… pero así es la vida.

Si tuvieses oportunidad de crear material gráfico para una saga de videojuegos actual, ¿por cuál te decantarías y por qué?

Yo ya no juego al ordenador, porque yo tuve unos vicios terribles con el Amiga. Yo recuerdo un simulador de vuelo, en el que pasabas por debajo de puentes, rescatabas el avión del presidente, tenías que repostar, etc. Cogí tal vicio con aquel juego que me acostaba a las seis de la mañana. Llego un punto en el que me dije: O juego o dibujo, porque las dos cosas no pueden ser, y desde entonces estoy desvinculado de ese mundo. De todas maneras, ahora veo a mis hijas jugando.

La última ilustración que hice fue de “Zelda”, para pegarla en la consola. A mi era un personaje que me encantaba.

Todo aquel juego que sea de fantasía o ciencia ficción, creo que es un juego que a mi me va perfectamente, dentro de la línea de lo que yo estoy dibujando.

Zelda

¿Qué opinas de la industria del cómic en España? ¿Tiene algo que ver con la del resto del mundo?

No creo que tenga mucho que ver con la del resto del mundo. Por ejemplo con Francia para nada, y con Estados Unidos tampoco.

En los últimos años, el cómic ha decaído mucho de ventas –que no de calidad–, porque los editores y los críticos nos hemos encargado de decir que el cómic es un arte, lo han sacado de los kioskos, y lo han metido en ghettos: las Librerías especializadas. Para comprar un cómic hoy día tienes que ser aficionado e ir a buscarlo, no es como antes que podías ir a comprarlo cuándo querías en el kiosko.

De todas maneras, nunca ha habido tiradas como en Francia, de 300.000 álbumes. Aquí editar cuatro o cinco mil ya es un éxito, porque realmente no se vende.

Luego está el manga, que creo que no ha sido dañino. De hecho creo que mucha gente comienza con el manga, y luego ya va conociendo el buen cómic en general, ya sea japonés, europeo o americano.

Otra cosa son la gran cantidad de publicaciones que hay. Si vas a un Salón, te encuentras con cientos de novedades, y no hay bolsillo humano que pueda comprarse todo eso. Antes se compraba El Cairo, Cimoc o Zona 84, que al mes no suponía tanto. Ahora estar al día es imposible. En España es uno de los países donde más se publica y menos se lee.

En Italia el consumismo es diferente, no se busca el cómic de autor. El cómic es una industria, algo que se tiene que leer. Al que le gusta que lo guarde, pero habrá mucha gente que lo podría tirar.

Los medios de comunicación tampoco hacen nada por el cómic. Recuerdo que cuando comencé en El Pequeño País con “Mot” hubo un boom tremendo: del primer libro de “Mot”, se vendieron 150.000 ejemplares, algo increíble. Pienso que ahora los periódicos han dejado de lado a los comics. Aquí nunca ha habido tradición de tira de prensa, como en Estados Unidos.

¿Hay una industria del cómic? Para los que venden, no para los creadores.

¿Van a continuar las aventuras de “Lorna” después de “Las Torres Negras”?

Por supuesto que sí, “Lorna” tiene que seguir adelante. Lo que pasa es que yo soy un dibujante que se cansa mucho cuando está haciendo un tipo de cosa, y me gusta cambiar. Ahora estoy escribiendo un guión de “Lorna” y otro de “Sueños Húmedos III”.

Se conoce que lo que a mi me gustan son las trilogías, he hecho la trilogía de ciencia ficción de “Pesadillas”, “Sueños” y “Despertares”. He hecho la trilogía de “Lorna” ahora, y tiene que haber un tercero de “Sueños Húmedos”.

Hasta que no tenga sesenta o setenta libros de Lorna yo no paro (risas).

Aunque sea un poco difícil, ¿a qué personaje tienes más cariño?

Evidentemente tengo dos personajes a los que tengo mucho cariño, que son Lorna y Mot. Éste último por todo lo que me dió y representó, tanto para mi como para Nacho, y además de darnos mucho dinero es muy divertido dibujarle.

Lorna es uno de mis personajes más internacionales, con mucho nombre en Estados Unidos.

Otro personaje que me ha gustado es el de “El Bosque de Lump”. De hecho en Muy Junior me han encargado unos personajes infantiles nuevos. También recuerdo a “Bobadum”, de una historia que se quedó colgada con seis páginas en Dibus Comics, después de desaparecer la revista. Era bastante graciosa, y se titulaba “Bodadum.com”. El protagonista era un virus informático, y el “.com” era un robot que le acompañaba siempre.

Ahora estoy trabajando en Penthouse Comix, con una serie de una fulana que la expulsan del infierno por ninfómana, y tiene que venir a recoger almas a la Tierra para Satán. Me lo estoy pasando bomba, y lo hago un poco para descansar después de lo de “Lorna”, que es un trabajo muy denso.

Tu pasión por la ciencia ficción es evidente al ver toda tu obra, ¿tienes pensado algún nuevo proyecto basado en este género? ¿Cuáles son tus obras favoritas?

Evidentemente todo lo que envuelve ese mundo es lo que más me atrae y donde mejor me desenvuelvo. Esto no quiere decir que sea más fácil, ya que hay gente que me comenta muchas veces: Claro, dibujar naves es muy sencillo, si tuvieras que dibujar un barco pirata…. Cuando tu diseñas una nave te la tienes que diseñar entera, de un barco te puedes documentar.

No por hacer ciencia ficción las cosas son más fáciles. Antes de cada obra tienes que hacer una cantidad de diseños tremendos, algo que nosotros llamamos una “Biblia”, donde desarrollo trajes, robots, ciudades, etc.

Mis primeras literaturas siempre han sido fantásticas, desde “Tarzán” a Julio Verne, “La Sombra”,… cosas que te van marcando. Creo que si hiciera alguna historia de cualquier otra cosa, entraría algún elemento fantástico. Es el caso de Guillermo del Toro y otros, que también han bebido de las mismas fuentes, y eso se nota.

De películas que me gustan, te puedo hablar de “Alien”, “Blade Runner” –la que más veces he visto en el cine–, y de todos los clásicos. Enriquecerse de estas películas es bueno, ya que creo que también ellos beben mucho del cómic. Me gusta lo que siguen haciendo, aunque creo que ha bajado bastante este género en el cine.

Hay escritores que me encantan, como Brian Aldiss. Ahora tengo mucho menos tiempo para leer, ya que al tener más nombre tienes mucho más trabajo y no puedes desilusionar al público.

Muchas gracias por dedicar tu precioso tiempo a responder estas preguntas. ¿Te gustaría dedicar algunas palabras a todos tus fans?

Sobre todo darles las gracias por ser mis fans y que sigan siéndolo. Les estaré muy agradecidos toda mi vida, un abrazo para todos.

Conclusiones

Al terminar la entrevista, fue tan amable de dedicarme unos ejemplares, y después le acompañé a una tienda de cómics del centro, donde pude conocer a su mujer. Al verla entendí porque algunos de sus compañeros pensaron que fue el origen de “Lorna”.

También tuvo el detalle de regalarme el libro “Penúltima Sangre”, con ilustraciones suyas, escrito por Juan Manuel de Prada y presentado en el último Festival de Estepona. Para colmo, la portada es del también genial Luis Royo. También me adelantó buenas noticias para los aficionados, ya que en breve sale “Xecuencias”, y quiere sacar adelante un libro llamado “Spectrum”, con todas las portadas que hizo en la época dorada del software español.

Sin duda, fue todo un honor hablar con una leyenda viviente del mundo del cómic, y ha sido mejor aún descubrir que detrás de esa leyenda se oculta una gran persona. Gracias por todo.

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