Todavía recuerdo la impresión que me produjo ver “WipEout” por primera vez. Fue en el Centro Mail –ahora Game– de Atocha, en una época en la que la “nueva generación” eran las primeras consolas de 32 bits, concretamente en el verano de 1995. El mueble lucía la blanca de Sony, y gracias a esta obra de Psygnosis los chavales nos quedábamos con la boca abierta, y con ganas de comprar esa consola que tenía el juego de las carreras futuristas. Por aquel entonces no admiraba los diseños de The Designers Republic, pero sabía que “WipEout” era especial.

El título llegó a mi casa un par de años más tarde, aunque en forma de juego para Saturn. Aunque las transparencias se habían convertido en tramas, y el juego era algo más tosco gráficamente –incluyendo el popping característico de los primeros títulos–, lo disfruté enormemente, y no paré hasta completarlo y batir todos los records. Eso sí, se habían perdido algunos temas musicales en el camino –de grupos como Leftfield o Chemical Brothers–, pero las composiciones de Tim Wright –alias CoLD SToRAGE– estaban intactas, y a cambio tuvimos otros temas exclusivos de Rob Lord & Mark Bandola.

La jugada se repitió con “WipEout 2097”, que lucía tremendamente bien en PlayStation y PC, y no tanto en Saturn. Los entornos eran preciosos –la noche aportaba una belleza única al juego–, y las nuevas armas daban más profundidad al juego, aunque algunos puristas no terminaban de ver la gracia al asunto.

Tras una entrega algo olvidable para Nintendo 64, la saga volvió en exclusiva para PlayStation, después de que Psygnosis se convirtiera definitivamente en Sony Studio Liverpool. “Wipeout 3” –más conocido como “Wip3out”– exprimía la consola a tope, y de hecho es uno de los pocos títulos que se presenta en alta resolución, a 480i. Además, el juego ofrecía control analógico por primera vez, aunque también es cierto que la jugabilidad no evolucionó demasiado con respecto a la entrega anterior. El hechizo se completó con “Wipeout 3: Special Edition”, una entrega que ofreció a los jugadores nuevos circuitos y retos, así como la posibilidad de jugar con otros tres jugadores, conectando dos consolas y sus respectivos televisores.

La saga continuó en 2002 con “WipEout Fusion”, un título muy esperado para PlayStation 2, pero que no consiguió cumplir las espectativas de los fans, tanto por el tosco control y su falta de suavidad, como por el hecho de que la mano de The Designers Republic ya no estuvo presente en el diseño del juego. La novedad más destacable fue el modo zona, en el que debemos hacer frente a un circuito a medida que se va incrementando progresivamente la velocidad de nuestra nave.

Tres años después, los usuarios de PSP pudieron disfrutar de “WipeOut Pure”, una entrega en la que los desarrolladores volvieron a la esencia de la segunda parte, ofreciendo un juego mucho más cuidado, con vehículos y pistas descargables, una banda sonora realmente completa, y un acabado técnico que demostraba la calidad de la portátil.

La fórmula se refinó con “WipEout Pulse”, con las pruebas divididas en un menú hexagonal que nos obliga a probar todos los modos de juego para poder continuar. Otras mejoras incluyeron la posibilidad de poder usar hasta 30 temas musicales de nuestro Memory Stick como música personalizada, o el modo fotografía para inmortalizar nuestros mejores momentos en las carreras, convirtiéndolo en una de las mejores entregas de la serie… al menos hasta la llegada de “WipEout HD”.

This is High Definition, baby

Ahora que por fin tenemos la posibilidad de jugar a “WipEout HD”, después de numerosos retrasos, personalmente creo que esta entrega es de lo mejorcito de la saga, e incluso de toda esta generación de consolas. Es cierto que casi todo lo que ofrece ya lo hemos visto antes –sobre todo en los títulos de PSP–, pero la calidad global de este título descargable de PlayStation Network hace que brille con luz propia.

Para empezar el motor gráfico permite unos gráficos con todo tipo de detalles a 1080p, y todo corre a 60 cuadros por segundo de manera totalmente fluida, haciendo que este juego sea uno de los más espectaculares que podemos lucir en nuestras flamantes pantallas Full HD. Por otro lado, la banda sonora está remezclada en Dolby 5.1 con sonido surround, y si por un casual nos cansamos de los nueve temas disponibles, siempre podemos escuchar cualquier pista que tengamos en el disco duro de la consola. En este sentido resulta casi imprescindible rescatar los primeros CDs de Prodigy y Chemical Brothers, para que la experiencia sinestésica sea completa.

Fusionándonos con el pad de PS3

En cuanto a la parte jugable, después del pequeño chasco que supuso “WipEout Fusion”, vuelve a ser un gustazo pilotar nuestras naves con un pad. Como detalle adicional, se han incorporado algunas funcionalidades para el SixAxis, y aunque controlar la nave con los sensores de movimiento es algo complicado, el hecho de poder manejar sólamente la inclinación añade un componente nuevo en la jugabilidad que convierte la experiencia en algo mucho más completo.

Los novatos agradecerán un asistente automático, que facilita el manejo en las curvas, que afortunadamente puede deshabilitarse para los jugadores más avanzados. La pena es que en las carreras online se mezclan los dos tipos de control y no puede filtrarse esto, lo que supone una pequeña ventaja para algunos. Por otro lado, en esta modalidad podemos jugar entre 8 personas y personalmente no he tenido prácticamente lag, aunque por otro lado he encontrado el on-line algo limitado en los tipos de carrera que se pueden crear.

Conclusiones

Puede que no se haya innovado demasiado en esta entrega descargable, y que haya gente que considere que el número de circuitos –todos ellos importados de los títulos para PSP– es pequeño, pero lo cierto es que se pueden poner pocas pegas a este lanzamiento de Sony, y más si tenemos en cuenta su atractivo precio de menos de 20 Euros.

Si a eso le sumamos la posibilidad de tomar fotos y exportarlas al PC –obteniendo capturas como las que veis en este artículo–, el mejorado e intenso modo zona, el reto que supone conseguir todos los trofeos, y el excelente manejo de las naves, tenemos uno de los mejores lanzamientos de la consola a todos los niveles. En una palabra: imprescindible.

Lo mejor:

• El acabado técnico es impresionante: gráficos a 1080p, movimiento fluido, sonido Surround,…
• Las naves se controlan de maravilla con el pad, con soporte opcional de SixAxis.
• Los trofeos dan bastante vida al juego a largo plazo.

Lo peor:

• A algunos el número de circuitos se les puede quedar corto, a pesar de que sea un juego orientado a memorizar cada milímetro de ellos.
• Algunas pruebas son realmente complicadas.
• El modo online, aunque no tiene lag, podría haber sido más completo.