Este mes no he jugado mucho, pero lo he compensado con algunas películas –un par de ellas bastantes memorables–, y sobre todo, con uno de los mejores libros que he leído, y que espero que en un futuro próximo se convierta en la película definitiva de la cultura pop 😄

Zootrópolis

Disney suele tener la clave para entretener tanto a los más pequeños como a sus padres, y en esta ocasión creo que ha funcionado de forma perfecta. Esta aventura con animales como protagonistas se puede entender a varios niveles, y la verdad es que sabe mantener la emoción hasta el final.

Además de una buena historia, tiene algunos gags memorables, y creo que las escenas con los perezosos son sencillamente sublimes. Muy recomendable.

Magical Girl

Las películas de Carlos Vermut son… “particulares”. Hay que reconocer que tiene un estilo propio, y que su trabajo no te suele dejar indiferente. Sin embargo, en mi caso eso significó que me quedé un poco a cuadros.

En este segundo largometraje hay muchos altibajos, y en los últimos compases tuve una ceja arqueada permanentemente. Si “Diamond Flash” ya me pareció una película extraña, esta no se queda atrás.

La Cumbre Escarlata

Ya iba sobre aviso de que la última obra dirigida por Guillermo del Toro no era precisamente lo mejor de su carrera, y aún así me pareció decepcionante. Tom Hiddleston está muy desaprovechado y Mia Wasikowska tiene pinta de convertirse en la nueva –e inexpresiva– Kristen Stewart.

También hay que reconocer que no todo es malo. Los efectos cumplen, la fotografía es preciosa, y ciertas escenas tienen cierta tensión. Pero la química entre los protagonistas es inexistente, y el guión parece un motor al que le cuesta demasiado arrancar. Una pena.

Deadpool

Gracias a Dios, hay películas de “super héroes” que no se toman en serio. Ya pasó con “Ant Man”, y afortunadamente ha vuelto a ocurrir con “Deadpool”. Es refrescante ver cómo se ríe de sí misma desde el primer momento hasta la escena post créditos, con un (anti) héroe autoconsciente de su estatus que se mofa de TODO.

Tuve la inmensa suerte de ver esta película acompañado de unos amigos de lo más ajare, que mejoraron aún más la experiencia, y que han conseguido que tenga un recuerdo aún más agradable de la película si cabe. En cualquier caso, en unos tiempos de correción política que ya huelen a rancio, hay que agradecer que se hayan animado a hacer una película como ésta. Id a verla YA… sin niños, eso sí 😉

El Renacido

Terminamos la ronda de películas con una que se acaba de llevar tres Oscars según escribo estas líneas. Menos mal que DiCaprio se lo ha conseguido por fin, porque si no en la siguiente película seguramente habría matado un terrorista a mordiscos mientras lucha con un león con una mano y hace bailar un platillo con la otra, todo esto mientras hace equilibrios en un monociclo oxidado. Y sin efectos especiales de ningún tipo, por supuesto.

Aunque esta película no es ni mucho menos mala, lo cierto es que se me ha hecho algo pesada. Tanto Tom Hardi como DiCaprio están tremendos, pero creo que sobra metraje. Eso sí, si tenéis la extraña filia de ver a DiCaprio emitiendo sonidos guturales, esta es vuestra película.

Halo 4

El comienzo de esta saga me fascinó en la primera Xbox, pero poco a poco el efecto se fue disipando a medida que fueron saliendo más entregas. Aunque no tiene ningún juego que se pueda clasificar como malo, sí que se les puede acusar en ocasiones de ser anodinos, repetitivos y estar poco inspirados.

Esta entrega está quizás a medio camino, a pesar de que tiene algunos momentos bastante memorables. La verdad es que 343 Industries ha hecho un buen trabajo, y a veces al jugarlo te preguntas cómo es posible que una consola con una tecnología de más de una década sea capaz de desplegar el espectáculo que se ve en pantalla.

Ready Player One

Tenía pendiente leer esta novela desde hace un par de años, y la verdad es que me arrepiento de no haberlo hecho antes. Esta obra de Ernest Cline mezcla los videojuegos, el cine, los cómics e incluso la música, y se convierte en un cóctel que difícilmente puede defraudar a cualquier aficionado a la “cultura popular”.

La trama es sencilla pero efectiva, y no quiero ni imaginar el infierno por el que debe estar pasando Spielberg para licenciar todo lo que va a salir en pantalla con la adaptación que tiene entre manos. Eso sí, antes de que se estrene dentro de un par de años, tenéis tiempo de sobra para leer primero la novela. Os aseguro que es una experiencia que no debéis dejar pasar.