Está claro que John Woo es una institución en el cine de acción, y sus películas todo un referente del género. Un ejemplo: “Hard Boiled”, la demostración de que la relación que inició con Chow Yun Fat en “A Better Tomorrow” podía dar aún mejores resultados, con una orgía de disparos, acrobacias y destrucción que resulta espectacular incluso quince años después.

Para su continuación, Woo decidió utilizar un nuevo medio, produciendo su primer videojuego. Con la ayuda de Midway, y utilizando la tercera generación del potente motor “Unreal Engine”, Chow Yun Fat vuelve a nuestras pantallas… aunque esta vez seremos nosotros los que decidamos su destino.

Que no quede nada en pie

Lo primero que entra por los ojos en “Stranglehold” es el cuidado apartado gráfico. El rostro y los movimientos del actor chino –de Hong Kong, para más señas– están recreados perfectamente en el juego, así como los escenarios, que son bastante “interactivos”. Prácticamente todos los objetos que veamos son destructibles, y en muchas ocasiones podemos utilizarlos para derrotar al enemigo, tirándoles un gigantesco letrero luminoso, o haciendo que pierdan el equilibro al reventar una estructura sobre la que se encuentren.

Los efectos gráficos también están a la orden del día: una cámara que sigue las balas a camara lenta, giros en plan “Matrix”, y todo lo que cabría imaginar en una película de Woo… pero esta vez generado en tiempo real. Sin embargo, no todo son “luces” en este sentido, y en algunas ocasiones la acción no fluye con la fluidez que cabría esperar. Un mal menor que hay que pagar por tanto espectáculo.

Juega al estilo “Woo”

Todo esta floritura gráfica no serviría de nada si el juego no se controlase bien. Afortunadamente no es el caso, y nuestro inspector favorito “baila” con el escenario sin necesidad de complicadas secuencias de botones. Los movimientos de Tequila parecen no tener fin, aunque también es cierto que algunas veces el hecho de que muchas acciones sean automáticas puede hacer que nos deslicemos sobre una mesa en el peor momento… nada que no se puede solucionar a balazo limpio.

Y es que, como cabría esperar, los verdaderos protagonistas del juego son los disparos, y no nos podemos quejar precisamente por la poca variedad para realizarlos. Tequila puede utilizar multitud de armas, disparar a bordo de vehículos, y emplear unas habilidades especiales –furia, precisión,…– que se recargan eliminando a nuestros enemigos con estilo, creando una espiral de violencia de la que es difícil escapar… ¡por su adicción!

Siente como silban las balas

El juego también nos mete en situación con una música trepidante, ayudada de una completa localización al castellano, que es de agradecer a pesar de que en algunos momentos las frases de los personajes no estén demasiado bien traducidas.

Otro punto que destaca es el sonido, que ya es genial en estéreo, pero que está diseñado para brillar con luz propia en un equipo 5.1. Sentiremos como nos rozan las balas, y como vibra nuestro salón con las explosiones mientras caen multitud de enemigos en la pantalla.

Conclusiones

Uno de los pocos peros que se le pueden poner a este título distribuido por Virgin Play es su corta duración. Sin embargo, cada minuto es realmente intenso, y la diversión es lo que cuenta en una generación en la que se hace demasiado hincapié en el apartado técnico.

Aunque “Stranglehold” no es perfecto en ninguno de los apartados, lo cierto es que el resultado final está muy equilibrado. Si eres amante del cine “Made in Hong Kong”, te gustan los títulos directos y sencillos, y quieres liberar adrenalina después de un duro día de trabajo, no lo dudes: este es tu juego, tanto en Xbox 360, como en PlayStation 3 y PC.

Lo mejor:

• Poder destrozar casi todo lo que veamos.
• No hay casi ningún momento de respiro.
• Es fácil e intuitivo de jugar.

Lo peor:

• A veces Tequila –como en la película– hace lo que le da la gana.
• Puede hacerse algo corto.
• El doblaje no es todo lo bueno que cabría desear.