Scott Pilgrim
·Un heroe multimedia moderno
“Scott Pilgrim” ha sido un fenómeno que me ha sorprendido enorme y gratamente. Concebido inicialmente como una novela gráfica, ha dado el salto a la gran pantalla y a los videojuegos con un resultado bastante digno, y no se puede negar que este 2010 ha sido su año. He intentado hacer un artículo al respecto sin contar demasiados detalles, ya que la gracia es dejarse sorprender por la genialidad de esta peculiar producción… aunque los que ya lo hayáis disfrutado, espero que encontréis algún detalle curioso por el camino 😉
El padre de la criatura
Bryan Lee O’Malley, el creador de la obra, es dibujante, guionista y músico, y por sus venas corre sangre coreana. Este treintañero dio vida a Scott Pilgrim después de pasarse su vida escuchando música, devorando cómics, y pasándose cientos de videojuegos, algo que se refleja claramente en el protagonista y en otros personajes de la obra. De hecho, “Scott Pilgrim” viene del título de una canción de Plumtree bastante machacona 😄
Tal y como cuenta en su blog, comenzó en el mundo de los tebeos echando una mano a unos amigos como rotulista en un cómic de Image, y posteriormente fue ganando contactos hasta llegar a Oni Press. Esta pequeña editorial le publicó su primera novela gráfica –"Lost at Sea"–, y posteriormente le animó a producir una pequeña serie de cómics, y ese proyecto terminó siendo “Scott Pilgrim”.
Las novelas gráficas
Scott es el típico adolescente… que sigue siéndolo incluso a los 23 años. Su vida se reduce a vivir del cuento, a tocar el bajo con sus amigos, y a salir con chicas. Nos encontramos con el protagonista un año después de una ruptura bastante dolorosa, momento en el cual empieza una relación con una joven e inocente china de 17 años. Sin embargo, poco después conoce –literalmente– a la chica de sus sueños, y ahí comienza la verdadera historia de nuestro… ¿héroe?
La verdad es que resulta complicado hablar de la historia sin estropear alguna sorpresa, ya que a pesar de que inicialmente el argumento parece regirse por la típica trama de “amoríos juveniles”, poco después vemos que de común tiene poco. El autor consigue integrar elementos prestados de videojuegos y cómics de superhéroes de manera que parecen lo más normal del mundo… o al menos no desentonan demasiado. El estilo de dibujo es simple y desenfadado, pero el O’Malley sabe comunicar bastante con pocos trazos, y no nos hace falta leer demasiado para saber el estado de ánimo de los personajes.
La obra se ha ido publicando a lo largo de seis años, y el último tomo se lanzó este último verano. Los más “modernos” también tienen disponible una versión de las novelas gráficas para móviles –iOS y Android– en la que se ha incorporado algo de movimiento, música, y algo de material extra.
La película
Pocos días después del lanzamiento del último volumen, se pudo ver la adaptación cinematográfica de la obra, titulada “Scott Pilgrim vs. the World”. A pesar de que es bastante fiel a la obra original –al menos hasta cierto punto–, que cuenta con un buen casting, y que resulta bastante entretenida, ha sido un fracaso en taquilla… sobre todo en España, ya que llegó tarde y mal promocionada. En cualquier caso, parece que está funcionando bastante bien en DVD y Blu-Ray.
El proyecto comenzó poco después de la publicación del primer volumen, a pesar de que Brian no estaba muy convencido de ello en un principio. Sin embargo, se involucró bastante en la adaptación del guión, tanto que algunas ideas pasaron posteriormente a los cómics… salvo al sexto, que se gestó después de que comenzara la producción de la película. Esto se nota bastante, ya que los últimos compases del film tienen poco que ver con lo que hemos visto sobre el papel. No es necesariamente un peor desenlace, pero lo que está claro es que algunos fans hemos quedado algo defraudados. Como dato curioso –y a modo de semi-spoiler–, decir que en la primera versión de la película, Scott al final se queda con “otra chica”… algo que se nota bastante en el metraje final.
Sin embargo, no se puede negar que a la película no le faltan virtudes. Edgar Wright –el director de las geniales “Hot Fuzz / Arma Fatal” y “Shaun of the Dead / Zombies Party”– ha conseguido que la película no pierda ritmo, y el reparto es bastante acertado. De hecho, Michael Cera no es de mis actores favoritos, pero su cara de pánfilo y su actitud infantil vienen de perlas para encarnar al protagonista 😉
La banda sonora merece una mención especial, sobre todo cuando descubrí que Beck se había encargado de los temas de “Sex Bob-Omb”, el grupo en el que toca Scott. Los temas de las bandas rivales y de “Clash at Demonhead” –que, por cierto, deben su nombre a un juego de NES– están compuestas por grupos indie canadienses, lo que da un aire bastante auténtico a la película.
En resumen, está bien sin ser ninguna maravilla, pero creo que dentro de unos años la recordaremos con cariño, de una manera similar a lo que pasó con “Flash Gordon” en su día.
El juego
Este verano también pudimos probar el juego de “Scott Pilgrim” en forma de descarga digital para PlayStation 3, y algo más tarde para Xbox 360. Está desarrollado por Ubisoft, y bebe de muchas fuentes, aunque la más clara es el clásico “River City Ransom”, del que copia casi toda la mecánica de juego.
El apartado gráfico tiene la firma de Paul Robertson, que se encargó de dibujar una gran cantidad de sprites, aunque otros artistas como Jonathan Lavigne, Stephane Boutin o Jonathan Kim también han puesto su granito de arena. En cuanto a la banda sonora, han tenido el buen gusto de contratar al grupo Anamanaguchi, que con su música chiptune ha terminado de dar el toque retro al título.
El juego en sí engancha bastante, pero personalmente le veo dos problemas: dificultad mal balanceada –hace falta subir de nivel “artificialmente” para avanzar–, y unos controles ligeramente imprecisos. También se echa de menos el multijugador online, pero no se puede negar que el resultado es bastante bueno, y creo que puede gustar tanto a fans —sobre todo por la cantidad de gags y cameos–, como a los que desconocen la obra original. Además, tiene zombies (y ninjas)… ¿qué más se le puede pedir? 😉