El Blog de Manu

Quisiera ser… un gran musical

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El musical dinámico

Quisiera ser

El pasado viernes tuvo lugar un evento muy especial, ya que Spectalia, a través de Medios y Redes, invitó a todos los bloggers que quisieran a ver el musical “Quisiera Ser”. Esta obra, basada en reconocibles canciones que ha escrito el Dúo Dinámico a lo largo de su historia, está actualmente en cartelera en el céntrico Teatro Nuevo Apolo de Madrid.

La verdad es que la velada fue interesante por varios motivos. En primer lugar, nos recibieron con un ágape en el que destacaba la tortilla española y el jamón serrano. Este momento fue bueno para entablar conversación con otros bloggers –un saludo para Marcos García, y para Octavio Rojas–, y para tener un contacto inicial con los actores, actrices y cuerpo de baile de la obra, así como con María García, de Spectalia, que nos adelantó algunas cosas que veríamos a continuación…

Quisiera ser

Poco después, y tras sentarnos en el patio de butacas, comenzó el musical. Por el escenario desfilaron gran cantidad de caras conocidas como Paula Sebastián, Paco Morales, Susana Martíns o Enrique Cazorla, que se unieron a otras jóvenes promesas como Nuria Sánchez, Sonia Ramírez o Carlos Renedo, mientras entonaban conocidas canciones del dúo catalán. Lo mejor, es que a diferencia de otros musicales como “Hoy no me puedo levantar”, las canciones no están metidas con calzador –salvo en alguna contada ocasión–, sino que fluyen naturalmente gracias al guión de la obra.

Sin ganas de estropear algunas sorpresas, en un AVE que va de Madrid a Barcelona viajan tres generaciones de mujeres, y cada cual transporta su historia, sus ilusiones y sus problemas, siendo estos últimos los que dan forma a la historia. A lo largo de dos horas y media, los actores se convierten en unos personajes que combinan la tragedia y el humor de una forma bastante peculiar, mientras que el escenario se va renovando ante nuestros ojos. Quizás esta última parte no sea tan espectacular como en el citado musical de Nacho Cano, pero se compensa con un diseño de vestuario que da bastante variedad a la obra, y que en muchas ocasiones consigue arrancarnos una sonrisa.

Después del espectáculo, fuimos conducidos al backstage, donde pudimos ver el camerino de cambio rápido -con todo muy ordenadito para que cumpla su función-, y el lugar donde almacenan las pelucas, para llegar finalmente al propio escenario. Una vez allí, me sorprendió enormemente la fluidez con la que bailaban en la obra, porque a mi me costaba simplemente dar dos pasos en algunas ocasiones. Teniendo en cuenta este detalle, y viendo la impresión que dan las butacas, te das cuenta nuevamente de la profesionalidad de los actores.

Quisiera ser

Lo mejor vino después, cuando bajamos a sentarnos nuevamente, y gran parte del equipo se acercó a charlar con nosotros. Lo realmente curioso, es que en vez de hacerles preguntas, fueron ellos los que se interesaron por lo que es un blog, y el mundillo de Internet en general. Además, el productor nos estuvo contando algunas de las iniciativas que tenían pensadas en el futuro próximo, y María recalcó que esta obra estaba siendo innovadora en muchos aspectos relacionados con su promoción. Viendo iniciativas como esta, no me cabe ninguna duda.

En resumidas cuentas, una noche para el recuerdo, que ya habría sido genial por el espectáculo en sí, pero que se hizo especialmente memorable por todo lo que hubo antes y después. Con entradas que van desde 15 hasta 65 Euros, no hay excusa para disfrutar de música orquestada en directo, de actuaciones de primera –aunque, sin desmerecer a nadie, tengo que reconocer que Paula Sebastián estuvo a otro nivel–, y de una sorprendente puesta en escena.

Quisiera ser