Hace ya bastante tiempo, cuando estaba empezando la moda de la “web 2.0”, y del.icio.us se puso on-line, me creé una cuenta para probarlo. Pero como en muchas páginas en las que me he registrado, dejé de usarlo.

La semana pasada un compañero de trabajo me comentó que él lo estaba utilizando y que le encantaba el servicio, así que decidí darle otra oportunidad. A medida que iba introduciendo enlaces e iba categorizándolos con los tags, cada vez era más evidente que los marcadores de los navegadores están bastante anticuados.

¿No os ha pasado nunca que no sabíais muy bien dónde guardar un “bookmark”? Este problema se ve agudizado cuando después intentas buscarlo y casi resulta más rápido intentar buscarlo en Google que “navegar” por tus marcadores. Eso por no hablar de cuando estás usando un navegador nuevo, o instalas de nuevo el sistema operativo o quieres enseñar un enlace interesante a un amigo en su casa, por poner unos ejemplos.

La solución se presenta cuando usamos asiduamente un repositorio como del.icio.us para gestionar nuestros páginas favoritas y las webs que sabemos que algún día nos podrán ser útiles. Gracias a los tags podemos clasificarnos los enlaces de la manera que a nosotros nos convenga, y se pueden encontrar navegando desde diferentes vías. Podemos agruparlos (haciendo “bundles”), permitiendo hacer aún más clara la taxonomización.

Además gracias a extensiones como Foxylicious podemos tener sincronizados los “bookmarks” de nuestro navegador con los de del.icio.us en casa, en el trabajo o dónde queramos.