¿Por qué me gustan los juegos retro?
·Puede que sean unos motivos similares a los tuyos
Hoy me ha dado por divagar, y he estado pensando porqué me gustan los juegos retro y porqué, en general, no me suelen llamar demasiado los juegos de nueva generación.
En primer lugar creo que un factor fundamental es la nostalgia. Cuando pongo un juego de Spectrum o Amstrad CPC, me vienen a la cabeza esas tardes en las que casi pasaba más tiempo cargando juegos que realmente jugándolos, o la emoción de ver la publicidad de Telejuegos y elegir muchas veces los juegos por la portada.
Relacionada con esta nostalgia está también la ilusión: cuando llegaba el cartero con los juegos pedidos por correo, o cuando lograbas reunir un dinero y te los comprabas en El Corte Inglés. También conseguía muchos juegos con intercambio de cintas en el colegio, pero lo cierto es que esos no se jugaban con el mismo fervor que los originales. Muchas veces llegaba un punto que era “tener por tener”, algo que ahora vuelve a estar tan de moda con los MP3 o los DivX.
Los que tuvimos la suerte de vivir esa época, recordamos con cariño cómo nos sorprendíamos con cada juego, ya que el número de juegos revolucionarios era muy superior a los de ahora. Algo que, por otra parte, es lógico, ya que el mundo de los videojuegos estaba en pañales y la falta de tecnología tenía que suplirse con buenas ideas.
Otro de los factores clave es la calidad y el buen hacer que había detrás de casi todos los juegos. Muchas veces estaban hechos por una sola persona o un equipo muy reducido, y eso se notaba en cada detalle. Ahora, muchas de las producciones carecen de esa calidez y sello personal que era tan característico.
Hablando de calidad, algo que fue un punto de inflexión fue el paso a las 3D. Es increíble ver lo mal que han envejecido la mayoría de los títulos de PlayStation o Saturn, y sin embargo, por poner un ejemplo, aún es una delicia jugar al “Super Mario World”.
Algo que también es fundamental, es la diversión en estado puro de los juegos de antes. Acción directa, sin complicaciones, sin largas intros, y sin un mando con más de diez botones. En ese sentido, confío en que la vuelta de Nintendo a los orígenes con la Wii y la apuesta de Microsoft por XBOX Live Arcade, signifiquen el retorno de la diversión sin complicaciones.
Pero, como todo en esta vida, está claro que no todo es blanco o negro. En la época de los ocho bits había una relación de títulos buenos frente a malos igual o peor que en PlayStation 2. Además, en las consolas actuales hay, afortunadamente, decenas de títulos que merecen la pena, y que siguen definiendo nuevos conceptos que serán básicos en los juegos del futuro.
Aun así, me sigo quedando con un juego sencillo sin grandes alardes técnicos, frente a otro actual en el que me tengo que pasar un mínimo de dos horas en el tutorial hasta que empiezo a saber controlarlo. ¿Y vosotros?