“Patapon”: Un soplo de aire fresco
·¡Pata-pata-pata-pón!
En los últimos años, hay pocas desarrolladoras que se arriesguen con juegos que no apuesten por mostrar gráficos a la última, o incluso por crear títulos innovadores. Lo “fácil” es continuar con una saga de éxito, o seguir con los géneros de siempre. Por desgracia, este tipo de juegos llenan las estanterías de las tiendas especializadas, y generalmente este es el producto que llega a las masas.
Sin embargo, en ocasiones vemos algo de luz al final del túnel, y aparecen juegos que te devuelven algo de esperanza. Sin duda, “Patapon” es uno de ellos. En algunos aspectos recuerda a “LocoRoco” –otra joya de PSP–, algo que quizás se deba a que el estudio que estuvo detrás de este último título, ha producido el juego que tenemos ahora entre manos. No obstante, las similitudes no van más allá del espíritu innovador, ya que “LocoRoco” es un producto íntegramente japonés, mientras que “Patapon” está diseñado por el francés Rolito, y desarrollado en tierras niponas.
Esta mezcla de culturas ha creado un juego memorable y rompedor, que está a caballo entre varios géneros, y que consigue arrancarte una sonrisa mientras te tiene pegado a la consola.
Diseño minimalista
Resulta increíble que los cuatro trazos que forman los personajes de todo el juego y los escenarios, desprendan más vida que miles de polígonos en otros juegos. Este título es la prueba de que el diseño siempre está por delante de la potencia bruta, y que no siempre es más atractivo visualmente aquello que es más realista.
El movimiento recuerda al de algunas animaciones Flash, y la pantalla panorámica de la PSP viene como anillo al dedo para ver como nuestras tropas avanzan hacia su destino, y para sorprendernos con las gigantescas amenazas que tenemos que hacer frente en algunas ocasiones.
Tú pones la música
Sin embargo, la genialidad de “Patapon” no recae exclusivamente en el apartado visual. Lo mejor de todo es la forma en la que debemos dar las órdenes a nuestro ejército de pequeños cíclopes. Nosotros somos una deidad que toca un tambor mágico con los botones de la consola. Cada botón produce un sonido, y si mantenemos el ritmo adecuado, haremos que nuestra horda de Patapons ataque, avance o se defienda, entre otras acciones.
A medida que avancemos, iremos desbloqueando nuevas “marchas militares”, tropas, armas y objetos, que podemos administrar entre fase y fase. De hecho, además del género musical, existe un componente estratégico que añade aún más profundidad al juego. En muchas ocasiones debemos elegir con cuidado a nuestras tropas y su posición en la batalla, y no todo se reduce a mantener el ritmo dando órdenes con los botones de la consola durante las mismas.
Conclusiones
La PSP es una portátil realmente curiosa, y en muchas ocasiones me recuerda a la infravalorada Game Boy Advance. Al igual que la consola de Nintendo, tiene multitud de refritos de otras consolas de la casa, pero también tiene en su cátalogo algunas joyas exclusivas como esta que la convierten en imprescindible.
Puede que “Patapon” no sea para todos los públicos –requiere bastante habilidad y concentración–, es posible que cueste jugar en lugares ruidosos como el Metro, pero el mérito de arriesgarse por ofrecer algo nuevo y especial no se lo quita nadie. Eso por no hablar de que después de jugar es imposible quitarse esto del cerebro: “Pata-pata-pata-pón!”, “Pata-pata-pata-pón!”,…
Lo mejor:
- Un soplo de aire fresco en el catálogo de PSP.
- El diseño es una maravilla.
- La originalidad del control, y el toque de estrategia.
Lo peor:
- Paradójicamente, es un título que se disfruta mejor en casa.
- Pese a su aspecto, no es un juego para todos los públicos.
- Se acaba…