“Mercenaries 2: World in Flames”: Es hora de volar todo por los aires
·A tiro limpio
Hace unos años –en la época de las primeras consolas de 32 bits, sin ir más lejos–, si nos hubieran dicho que tendríamos un juego de acción en un entorno totalmente abierto en el que pudiésemos destruir todo y hacer casi lo que nos diera la gana, seguramente nos habríamos mostrado bastante escépticos o directamente habríamos pensado que aún quedaba mucho para eso.
Con la llegada de “Grand Theft Auto 3”, estuvimos un paso más cerca de ese tipo de juego, aunque muchos nos quedamos con ganas de montar un caos aún mayor. Sin embargo, a principios de 2005 los chicos de Pandemic Studios –los mismos que nos trajeron la estupenda saga “Star Wars: Battlefront”– nos sorprendieron con “Mercenaries: Playground of Destruction”, un título para PlayStation 2 y Xbox que hacía realidad nuestros sueños de hacer el cabra.
Hace un año, la compañía fue comprada por Electronic Arts junto con Bioware, y todos estábamos esperando la continuación de esta joyita, de manera que se aprovechasen las capacidades de esta generación de consolas. ¿Lo habrán conseguido o la habrán “liado parda”?
¿Y estos gráficos?
En las primeras partidas con “Mercenaries 2: World in Flames”, tendremos sentimientos encontrados. Por una parte, el engine permite que edificios y vegatación caigan a nuestro paso, ya sea porque vamos montados en un tanque, o porque llevamos un arma potente, y eso siempre es un gustazo. Además, si jugamos en multijugador –las partidas están abiertas por defecto–, esta magia se conserva, y la experiencia es básicamente la misma, lo cual es un detalle a tener en cuenta.
Sin embargo, el precio que hay que pagar para poder disfrutar de la destrucción, es el hecho de que los modelos tengan unas texturas de una calidad bastante baja –a veces demasiado–, y unas animaciones algo robóticas, sobre todo en el caso de los civiles. Eso por no hablar del popping exagerado de la vegetación al ir con un vehículo rápido, y otros detalles que hacen ver que el motor del juego no está muy optimizado que digamos.
Por otro lado, la Inteligencia Artificial de nuestros enemigos no pasará precisamente a la historia, ya que en la mayoría de las ocasiones se quedarán quietos disparando y recibiendo medicina en forma de bala…
¿He oído historia?
El trío protagonista de la primera parte hace doblete, aunque esta vez han dado el salto de Corea del Norte a Venezuela. La trama argumental es digna de una película de Chuck Norris –voy a cargarme a un tipo sea como sea–, pero parte de la magia del juego reside en ese detalle, ya que lejos de tener el riesgo de sufrir un derrame cerebral por intentar digerir una trama tan convolucionadas como la de “Metal Gear Solid 4”, nos centraremos en cumplir misiones para los distintos bandos, sin que importe demasiado nuestra ideología.
El doblaje del juego sigue un poco esta idea, ya que es bastante desenfadado en general, aunque no está ni de lejos a la altura de otras producciones como “Grand Theft Auto 4”. Bien es cierto que está totalmente en castellano, pero los actores a veces no ponen demasiadas ganas –o no saben que tipo de escena están doblando–, y algunas voces se cortan bruscamente.
El resto del sonido sí que acompaña correctamente a la acción, y disfrutaremos bastante escuchando el rugido de nuestras armas, los gritos de nuestros enemigos, y las explosiones y el ruido de las edificaciones al caer detrás nuestro.
Diversión a raudales
El control de nuestro personaje tiene ciertos altibajos. Por un lado, coger el mando por primera vez y empezar a disparar es fácil, pero tendremos ciertos problemas a la hora de conducir algunos vehículos, no hay una forma fácil de cubrirse cuando vamos a pie, y algunas tareas que tendremos que realizar no están demasiado claras.
Sin embargo, estos pequeños problemas se compensan con el hecho de tener la posibilidad de realizar ataques aéreos bastante bestias –previo pago, eso sí–, poder usar un GPS para llegar fácilmente a los objetivos, y los intensos QTEs a los que nos enfrentaremos a la hora de robar tanques y helicópteros… aunque también es cierto que pueden llegar a cansar a cierto tipo de jugadores.
Conclusiones
Aunque muchos medios han sido muy crueles con este juego, hay que tener en cuenta que los chicos de Pandemic han hecho algo bastante bien: divertir al personal. Aunque la calidad técnica deje bastante que desear en algunos aspectos, la sensación de tener ante nosotros un mundo enorme susceptible de ser arrasado por la fuerza bruta es algo que no he visto en muchos títulos de esta generación.
La experiencia se complementa perfectamente si la realizamos acompañados, aunque también es cierto que no hay una línea argumental demasiado atrayente, o que algunas misiones no están muy bien equilibradas –algunas serán un paseo y otras un infierno–, y esos detalles hacen que este “Mercenaries 2” no esté a la altura de lo esperado para algunos. ¿Quizás limarán las asperezas en una tercera parte?
Lo mejor:
- Poder hacer el bestia casi sin límite.
- El modo cooperativo.
- Diversión sin complicaciones, y sin cinemáticas eternas.
Lo peor:
- Técnicamente podría haber sido mucho mejor.
- Algunos problemas en el control, y en el balance de la dificultad de algunas misiones.
- Se puede hacer algo repetitivo con el tiempo.