Hacia la mitad del Periodo Heian (794-1185), la época dorada del desarrollo artístico japonés, una curiosa costumbre sexual comenzó a extenderse por la aristocracia del país nipón. Ésta consistía en envolver el pene con un “disfraz” de papel con forma de animal, con varios fines. Por una parte sorprendía a la pareja, por otra daba pie a un acercamiento íntimo y erótico entre los amantes, y finalmente transformaba de alguna manera el miembro sexual en el animal representado, dotándole de cierta “personalidad”.

El origen del término procede de las palabras japonesas koki (こき) y gami (がみ). La primera da nombre al pañuelo que llevan los actores Waki del Teatro Noh en la cintura, mientras que la segunda significa “papel”. A muchos les vendrá la cabeza el Origami (el arte de “Doblar Papel”), de hecho algunos los sitúan como el origen del Kokigami, aunque otros citan al Kirigami (una variante del anterior arte que permite “Cortar Papel”), e incluso el Tsutsumi (el arte de empaquetar) como sus raíces más directas.

Aunque los orígenes no están demasiado definidos, lo que sí está claro es que comenzó a popularizarse a finales del siglo XVIII gracias a la bajada del precio del papel. Este hecho se atestigua gracias a los numerosos shunga (春画) –imágenes eróticas–, que comenzaron a circular por aquella época, en los que los hombres tenían diversos “kokis” en sus miembros viriles.

Actualmente se ha puesto de moda en el mundo occidental gracias al libro “KOKIGAMI: Performance Enhancing Adornments for the Adventurous Man” de Burton Silver y Heather Busch, que podéis encontrar en Amazon.