“Half Life Orange Box”: Una caja de sorpresas
·Un pack en el que todo brilla con luz propia
Con el lanzamiento de “Half Life” hace diez años, Valve demostró que era una compañía que iba a dar que hablar. Seis años después, y tras varios retrasos con robo de código incluido, “Half Life 2” veía la luz, y demostraba lo que ya sospechábamos: Gabe Newell y compañía son unos genios.
Sin embargo, se guardaban varios ases en la manga, y casi dos años después –a mediados de 2006–, lanzaban una expansión del juego llamada “Half Life 2: Episodio Uno”. El argumento continuaba exactamente después de lo ocurrido en la entrega principal, y era el comienzo de una trilogía de episodios que pretenden completar la experiencia “Half Life”.
El segundo de esos episodios llegó el año pasado, primero para Windows y Xbox 360, y unas semanas después para PlayStation 3. Sin embargo, no lo hizo exento de polémica. Por un lado, los usuarios de ordenadores se lamentaban de que no podían comprar el episodio por separado –al menos en formato físico–, ya que vino junto a “Half Life 2”, “Episodio Uno”, “Team Fortress 2”, y un título llamado “Portal” en lo que se llamó “The Orange Box”. En Xbox 360 esto no era un gran problema, ya que sólo había llegado “Half Life 2” para la primera Xbox, y la conversión, aunque buena, no llegaba a ser lo que se podía disfrutar en un PC bien equipado.
Sin embargo, el mayor problema fue que ningún juego de “The Orange Box” llegó doblado a España. Esto es especialmente grave si tenemos en cuenta que “Half Life 2” y el “Episodio Uno” sí lo hicieron, por lo que no deja de ser algo realmente extraño. Lo curioso, es que se prometió que la versión de PlayStation 3 sí vendría doblada, pero al final resultó ser una falsa esperanza.
En este artículo, voy a dar un repaso esta última versión, ya que tenía cierta curiosidad por comprobar si todos los rumores sobre sus problemas de rendimiento eran ciertos… y porque soy algo masoquista, porqué no decirlo 😉
“Half Life 2”
Hay tanto de que hablar sobre este juego, que la verdad no sé por donde empezar. Aunque quizás el inicio de la historia sea un buen punto de partida, ya que define perfectamente lo que nos encontraremos después.
Después de recibir una charla del enigmático G-Man, aparecemos misteriosamente en un vagón de tren, de una manera que nos recuerda levemente al primer “Half Life”. Los otros pasajeros se extrañan de nuestra presencia, y el jugador se siente como Gordon Freeman, ya que ni sabe ni donde está, ni cuanto tiempo ha pasado exactamente desde los hechos ocurridos al final de la primera entrega. Y es que este es un punto clave de la saga “Half Life”: la historia transcurre ante nuestros ojos, no sabemos ni más ni menos que el protagonista. A lo largo del juego, tenemos que ir atando cabos con las conversaciones que tienen los personajes, los graffitis que ha dispersos por la ciudad, y por lo que nos dicen a nosotros… aunque Gordon no pronuncie nunca ni una sola palabra.
En cuanto al aspecto gráfico, el título es muy sólido en todos los sentidos, y el motor gráfico Source creado hace cuatro años aguanta perfectamente el paso del tiempo, viéndose potenciado por el uso de Havok para las físicas. Es cierto que algunas texturas no están demasiado definidas, o que algunas veces se nota demasiado el cambio de modelos sencillos por otros de más calidad en la distancia, pero lo cierto es que el resultado global es sencillamente soberbio.
Es curioso comprobar que el título no innova demasiado en ningún aspecto –salvo quizás la genial “Gravity Gun”–, pero es innegable que el diseño de niveles, los personajes y su interacción con el entorno está a otro nivel. En cuanto a la versión analizada, es cierto que a veces hay algunos parones en el framerate, pero se suelen limitar a los momentos en los que se acaba de cargar una zona, o a situaciones de alta carga gráfica. Desde luego, nada que impida disfrutar del juego en ningún momento.
Por otro lado, el sonido cumple con nota, con sonidos que se rescatan de la entrega anterior –los que emite el traje y los de algunas armas–, y con una ambientación que en alguna ocasión nos pondrá los pelos de punta, como en el nivel “We don’t go to Ravenholm”. Por otra parte, la música sólo aparece para remarcar el dramatismo y la emoción de algunas escenas, pero cuando lo hace se nota que Kelly Bailey sabe aportar el toque justo y necesario para que soltemos adrenalina en grandes dosis.
El control es suave y preciso, y se adapta sorprendentemente bien al mando de la PS3. Me encanta este género en PC, pero creo que con el paso de los años se ha conseguido un control muy preciso sin necesidad de teclado y ratón… aunque seguramente muchos puristas se me echarán al cuello por esto. Mi única queja viene con el manejo de los vehículos –un airboat y un buggy–, que a veces parecn tener vida propia.
“Half Life 2: Episodio Uno”
El final del juego anterior nos dejó con el corazón en un puño, y con este episodio sabemos por fin que le pasa exactamente al protagonista, y a Alyx Vance. No he nombrado a esta fémina hasta ahora, ya que es en este episodio, y sobre todo en el siguiente, cuando se empieza a perfilar como un personaje que rivaliza en el papel protagonista con Freeman.
Aunque no es recomendable, podemos jugar esta expansión sin haber terminado el título principal, ya que se van introduciendo las habilidades poco a poco, casi sin que nos demos cuenta. Este es otro punto a favor de Valve, ya que han conseguido hacer tutoriales que no lo parecen, gracias a una sutil ayuda contextual, y los diálogos de los personajes. Toda una lección de diseño.
Por otro lado, esta pequeña secuela se ve, se juega y se siente de una manera muy similar a “Half Life 2”. Y quizás ese es su mayor problema: la falta de innovación. Salvo por el añadido de un enemigo nuevo, vemos unos escenarios muy similares, unos puzzles que ya nos suenan de algo, y quizás solo se salva el hecho de que en la mayor parte del juego, o bien jugamos junto a Alyx, o bien tenemos que defender un grupo de rebeldes con una fé ciega en nosotros.
“Half Life 2: Episodio Dos”
El episodio anterior se vuelve aún más olvidable gracias a esta continuación. En primer lugar, porque el vídeo del principio resume perfectamente los hechos ocurridos en el “Episodio Uno”, y también porque ahora sentimos realmente que se ha intentado innovar en la fórmula de juego. En parte, se nota el hecho de que estos dos episodios los hayan hecho equipos diferentes, y parece que el que estaba a cargo de David Spiros se quedó con la mayor parte del talento.
Lo primero que se hace evidente, es que ya no transcurre todo en un entorno urbano, y se ha dado paso a bosques, cuevas y otro tipo de escenarios. Podríamos decir que el cemento, el metal, los sonidos de ciudad, y la amenaza Combine, han dado paso a entornos más orgánicos y abiertos, con árboles, pequeños animales, y poblados por criaturas más extravagantes si cabe.
A parte de los nuevos enemigos, entre los que se encuentran los peligrosos Hunters, volvemos a tener la oportunidad de subir a bordo de un vehículo, siendo esta vez un Dodge Charger del ‘69 altamente modificado. Otros detalles novedosos son la posibilidad de rajar a nuestros enemigos con una chuchilla, o la introducción de una bomba inteligente que nos permite derrotar fácilmente a los striders.
En definitiva, el conjunto formado por “Half Life 2” y estos dos episodios nos tendrá ocupados durante horas, que se nos pasarán volando gracias a la intensidad de los momentos de los que seremos testigos. Sin duda, una experiencia que no hay que dejar pasar.
“Team Fortress 2”
Si los títulos anteriores funcionan perfectamente en modo solitario, este “Team Fortress 2” aporta lo necesario para pasárselo en grande on-line. De hecho, el juego sólo puede jugarse en multijugador, ya que por su diseño no tendría sentido de otra manera.
Los orígenes del título se remontan a 1996, momento en el cual Robin Walker, John Cook, e Ian Caughley publicaban un mod freeware para “Quake” llamado “Team Fortress”. Tras un proyecto para llevar la continuación al motor de “Quake 2” que nunca llegó a materializarse, Walker y Cook se unieron a la plantilla de Valve, lanzando “Team Fortress Classic”, que corría sobre el engine de “Half Life”.
Años después, la anunciada secuela no dejaba de retrasarse, y el desarrollo del juego comenzaba a parecerse sospechosamente a “Duke Nukem Forever”. Sin embargo, y tras varios cambios de diseño, se ha presentado dentro de esta “Caja Naranja”.
Hablando de diseño, hay que destacar que este es una maravilla, y en algunos momentos parece que es obra de Pixar. La gracia del juego, es que tenemos disponibles nueve tipos de personajes distintos –soldado, ingeniero, médico, espía,…–, y cada uno tiene unas características que lo hacen especial y único. Unos son rápidos, otros tienen una capacidad armamentística más grande, los hay con más o menos defensa, y algunos tienen la capacidad de destruir o arreglar el equipamiento enemigo, o incluso de desaparecer o camuflarse como el enemigo. Sin embargo, el gran acierto es que el conjunto está muy equilibrado, y cada uno de ellos es perfectamente distingible por su peculiar apariencia.
Los menús son sencillos pero tremendamente graciosos –detalles como la selección del equipo brillan con luz propia–, y lo verdaderamente importante es la acción, sea cual sea la modalidad que hayamos elegido. Aunque el número de mapas es reducido –sólo seis–, la variedad del juego realmente reside en los personajes, tanto el que utilizamos nosotros, como el que tenga el resto de nuestro equipo, ya que las clases se complementan entre sí. A eso hay que añadir el pique que supone el hecho de que se presente al jugador que nos mate, y que al cabo del tiempo se pueda convertir en nuestro némesis. Impagable.
“Portal”
Dejo para el final lo que más ha impresionado de este pack. El concepto de puzzles basados en portales que se introdujo en “Narbacular Drop”, se ha depurado hasta el más mínimo detalle, y además enlaza sutilmente con la historia de “Half Life 2”… y hasta ahí puedo leer con respecto al argumento.
Y es que, uno de los mayores logros de “Portal” es ir descubriendo poco a poco la historia. Chell –la protagonista–, y nosotros estaremos completamente perdidos al principio, y a medida que vamos aprendiendo la mecánica del juego, se van desvelando poco a poco –sobre todo en las fases finales–, algunos detalles de Aperture Science y de GLaDOS, la voz que nos va guiando y nos promete un jugoso pastel al acabar nuestra misión. Esta se divide en once niveles, de dificultad progresiva, y en los que poco a poco iremos adquiriendo nuevas habilidades. El punto de inflexión ocurre cuando somos capaces de poner los dos portales donde nos plazca -bueno, realmente en casi cualquier sitio-, y aprovechar las leyes de la física para sortear obstáculos, abatir enemigos o evitar un fatídico final…
A estas alturas, seguramente seréis muchos los que ya se hayan pasado el juego, sorprendiéndose con el final y el genial tema “Still Alive”. Si no es vuestro caso, os invito encarecidamente a que dediquéis unas horas a pasaros este “Portal”. Los gráficos son sencillos –pero efectivos–, la música es casi testimonial, la variedad de enemigos es casi nula, pero aún así han logrado hacer un juego que destaca por su originalidad, por su propuesta, y por el carisma que desprende cada segundo que paséis con él. Además, os aseguro que algo tan sencillo como crear portales crea adicción. Garantizado.
Conclusiones
No importa lo que se hable de los juegos que componen este “Orange Box”, porque sobre cada uno se podría escribir un libro entero. “Half Life 2” y sus episodios son una lección de cómo se tiene que hacer un shooter monojugador. “Team Fortress 2” demuestra que menos e más, y que no hacen falta cientos de mapas ni de personajes para hacer un juego on-line casi eterno. Y “Portal” debería servir como una cura de humildad para el resto de compañías, ya que es la prueba de que el diseño y la jugabilidad, son las verdaderas claves para hacer un juego revolucionario.
Por otra parte, creo que el equipo de Electronic Arts encargado de la conversión a PlayStation 3 no ha hecho tan mal trabajo como han hecho creer en muchos medios, y que el resultado está al nivel de las otras versiones. Quizás se echan de menos los logros y una mayor estabilidad, pero al menos los usuarios de la consola de Sony no nos quedamos sin nuestra “ración” de Valve. Eso sí que sería una verdadera desgracia…
Lo mejor:
- Tener cinco joyas –o tres, según se mire– de este calibre, por el precio de un solo juego.
- Jugar con los comentarios de los desarrolladores activados: una auténtica lección de diseño de videojuegos.
- La historia de “Half Life 2”, la originalidad de “Portal”, y la simpatía de “Team Fortress 2”
Lo peor:
- Que nos haya llegado todo en inglés.
- Algunos pequeños parones, cuelgues ocasionales, y tiempos de carga se hacen algo pesados.
- El “Episodio Uno” es algo insulso y corto, y es quizás lo peor del pack. Aún así, es mejor que prácticamente cualquier otro shooter del mercado.