Frogger
·El juego que no salió rana
Examen sorpresa, y no vale mirar la Wikipedia: ¿qué compañía creó “Frogger”? Seguro que te vienen algunos nombres a la cabeza, pero la respuesta correcta es Konami. Si has respondido SEGA –o Gremlin, que operaba con SEGA por aquella época– no te culpo, ya que como vamos a ver, en su día un hubo un considerable lío de licencias que hizo bastante daño a la compañía fundada por Kagemasa Kōzuki.
La verdad es que este juego publicado originalmente en arcades en 1981 es rematadamente sencillo: tenemos que guiar a unas ranas de un extremo a otro de la pantalla, esquivando coches, camiones, serpientes, y otro tipo de obstáculos, aunque no deja de ser sorprendente el hecho de que perdamos una vida si caemos al agua. Supongo que vendrá del río que hay cerca de la central nuclear de Springfield…
Versiones y clones
Al igual que algunos arcades contemporáneos como “Donkey Kong” o “Galaga”, la popularidad de este juego propició que se programasen versiones para multitud de sistemas domésticos, que se contaban por decenas en la época. Y aquí es cuando empezó el lío de licencias, ya que el pastel se repartió de una manera realmente curiosa. SEGA distribuyó la máquina fuera de Japón –junto a Gremlin–, y vendió los derechos a Parker Brothers para hacer las versiones en cartucho. Por otro lado, Sierra se hizo con los derechos para los juegos distribuidos en formatos magnéticos, es decir, cintas de casette y discos. De esta manera, inicialmente se asoció el nombre de “Frogger” con SEGA.
No nos vamos a detener en hacer una comparativa de todas las versiones aparecidas, ni tampoco de las numerosas secuelas –sobre todo si tenemos en cuenta los homenajes y copias piratillas–, porque sería una tarea titánica, pero lo cierto es que hay algunas que destacan por algún motivo especial.
Frogger de MB (1981)
Empezamos fuerte, con el juego de mesa, que era simplón a la par que efectivo. Dos jugadores se enfrentaban cara a cara, y tenían que conseguir llevar sus ranas al otro extremo del tablero mientras que complicaban la vida a su rival moviendo troncos y vehículos. Una muestra de que los videojuegos ya pegaban fuerte a principios de los ochenta, y que el merchandising no es algo precisamente nuevo.
Frogger para Atari 2600 (1982)
El popular sistema de Atari no recibió una, sino dos versiones de “Frogger”, gracias al batiburrillo de licencias comentado anteriormente. La primera vino de la mano de Parker Brothers en formato cartucho, y era bastante meritoria dadas las limitaciones técnicas de la consola. La segunda, programada por John Harris, la publicó Starpath en cinta, y es considerada como la mejor de las dos.
Para rizar el rizo, un año antes Activision había publicado “Freeway”, un juego en el que debíamos ayudar a unos simpáticos pollos a cruzar una autopista. Las similitudes con el título de Konami son evidentes –y también con el mítico chiste de “¿Porqué el pollo cruzó la carretera?”–, y el juego disfrutó de buenas ventas cuando salió “Frogger” en recreativa y todavía no se habían publicado sus versiones domésticas. Como dato curioso adicional, David Crane no pensó en usar pollos al principio, y los que cruzaban la autopista eran humanos que se convertían en una enorme mancha roja en el asfalto al ser atropellados. Se ve que el hacer una especie de versión inversa de “Carmageddon” no le hizo mucha gracia a alguien del departamento de marketing…
Frogger para Genesis (1998)
Sí, el año está bien puesto. “Frogger” fue el último juego licenciado en Estados Unidos para Mega Drive –y también ocurrió lo mismo en Super Nintendo–, diecisiete años después de su lanzamiento en arcades. Scott Marshall fue el encargado de esta versión, y se basó en los gráficos y las músicas de las ROMs originales. Lo malo es que el código del juego no sufrió tanta suerte, y las rutinas de los enemigos son sólo una aproximación de lo que pudo jugar con la versión emulada. Como no lograba pasar de la décima fase, el resto tuvo que inventárselo. Otro dato interesante es que utilizó el emulador Genecyst –uno de los mejores de la época– para desarrollar el juego, y que dejó implementada una puerta trasera para poder elegir el nivel en la pantalla de título.
Dejando de lado las cuestiones técnicas, también es divertido ver cómo se llegó a publicar este título, ya que de esta tarea se encargó Majesco. Ésta había obtenido la licencia a través de Hasbro, que a su vez la había recibido de la mismísima Konami, después de que ésta hubiese comprado todos los derechos sobre la propiedad intelectual de “Frogger”. Este lío legal hizo que la primera versión para una consola de SEGA no tuviese el sello de esta compañía, a pesar haber tenido los derechos anteriormente.
Frogger para Amstrad CPC+ (2007)
Esta versión tardía, sin licencia alguna de Konami, es quizás la mejor de todas las existentes. Y es que Richard Wilson –el creador del conocido emulador WinAPE–, hizo una adaptación del código del juego para hacer funcionar correctamente las rutinas gráficas y sonoras en este ordenador, aprovechando que las máquinas comparten el mismo procesador central (Z80), y el mismo chip de sonido (AY-3-8910). De esta manera, se respetan todos los patrones del arcade original, y es la versión más fiel si dejamos de lado la que podemos disfrutar con el MAME.
Frogger Hyper Arcade Edition para XBLA, PSN y WiiWare (2012)
La ranita de Konami quiso emular al comecocos de Namco, pero el resultado no fue tan redondo como se esperaba. Además del modo clásico se añadieron otros para varios jugadores, acompañados de varios estilos gráficos, incluyendo uno que impregna nuestras retinas con neones fosforitos. Un título divertido, pero que quizás muestra las carencias de la mecánica original al intentar adaptarla a nuestros tiempos.
Frogger y la cultura popular
Las referencias culturales en “Frogger” empiezan por la música que se puede escuchar en la pantalla de título, ya que procede de una canción infantil japonesa llamada “Inu No Omawarisan”, que podría traducirse como “El Perro Policía”. Las melodías que se pueden escuchar durante el juego son versiones de las que aparecen en dos animes de la época: Hana no Ko Runrun –conocido por aquí como “El misterio de la flor mágica” o “Lulú, la chica de las flores”–, y “Araiguma rasukaru”, que llegó a España como “Rascal, el mapache”.
Siguiendo con el mercado musical, “Frogger” ha inspirado muchos temas, como la canción homónima de Bad Religion, “Froggy’s Lament” de Buckner & Garcia, y el simpático tema “Frogger! The Frogger Musical” de Paul and Storm. Como dato extremadamente geek, el sonido que produce la máquina al insertar una moneda fue sampleado para el inicio de la canción “Freak Like Me” de Sugababes.
Por otro lado, “Frogger” también llegó hasta el mundo televisivo en 1983 gracias a la serie de la CBS “Saturday Supercade”. Sin embargo, no tuvo demasiado éxito, y las aventuras de la rana de Konami sólo estuvieron una temporada en antena.
La máquina de “Frogger” ha aparecido en algunas series y películas –como en “Seinfeld” o “Magnolia”–, aunque el cameo más destacado es en la reciente “Rompe Ralph”, donde aparece en la Estación Central de Juego junto a otros personajes carismáticos.
Otras ranas famosas en los videojuegos
“Frogger” no fue el primer videojuego protagonizado por una rana, y obviamente tampoco fue el último. Vamos a ver algunos títulos en los que aparecen estos simpáticos anfibios.
- “Frogs”, de SEGA, es una recreativa de 1978 con una rana que fue el primer personaje saltarín de la historia de los videojuegos, y también fue uno de los primeros títulos en emplear fondos fijos dibujados sobre los que se proyectaba el juego, utilizando un ingenioso sistema de espejos.
- Una rana se pasó al bando enemigo en “Super Mario Bros. 2” –o mejor dicho en “Yume Kōjō: Doki Doki Panic”–, convirtiéndose en el orondo villano principal. Conocida como Wart –o Mamu en la versión japonesa–, nos hará la vida imposible a base de pompas.
- Los batracios se pusieron de moda en los noventa gracias a “Battletoads”, la saga de Rare que primero exprimió los circuitos de la NES, y luego llegó a casi todas las plataformas de la época. Muchos todavía tenemos pesadillas al recordar la fase de las motos…
- En 1993, Team17 lanzó en Amiga “Superfrog”, una especie de versión actualizada de los cuentos de hadas, en el que el príncipe se convierte en una rana con superpoderes que debe rescatar a su amada. Un juego realmente frenético y divertido, que intentó hacer la competencia a Sonic, y que más tarde llegó al PC. Si os interesa, lo podéis comprar baratito en GOG.
- En “Star Fox” –que llegó aquí como “Starwing” por problemas legales con el nombre– tenemos una de las ranas más famosas de todos los tiempos… y también la más pesada, con diferencia. Que levanten la mano los que hayan dejado morir a Slippy Toad para que se callase. Vale, lo sabía 😄
- En “Chrono Trigger” tenemos otra rana antromórfica, aunque esta vez con mucho más estilo. Creada a partir de bocetos de Akira Toriyama, fue incorporada al juego cuando Square sugirió al equipo de desarrollo que incorporase un personaje no humano.
- En no mucho tiempo nos llegará “Gero Blaster”, la nueva obra del creador de “Cave Story”. Todavía no sabemos los detalles de la rana protagonista, pero dado el pedigrí del creador, seguro que pasará a la historia de los videojuegos.
Este artículo ha sido publicado en el número ocho de la Revista RetroManiac, y ahí podéis leerlo con una estupenda maquetación… ¡y acompañado de reportajes la mar de interesantes! 😉