Cuando empecé este blog no me imaginaba que aguantaría tanto en línea, pero lo cierto es que me ha dado muchas satisfacciones a lo largo de todos estos años, y eso ha conseguido que se me quite de la cabeza la idea de dejarlo en standby. Eso sí, este último año he bajado bastante el ritmo, aunque eso se debe sobre todo al nacimiento de mi hijo en marzo del año pasado… y si os digo que en verano esperamos otro, os podéis hacer una idea del rumbo que va a tomar este blog en el futuro 😉

Sin embargo, creo que el hecho de quitarme la obligación de escribir algo a diario por aquí, ha tenido resultados positivos. Por un lado, los artículos que he publicado últimamente han sido “cocinados a fuego lento”, y eso creo que nos gusta a todos. Por otra parte, las ganas de comentar pequeñas cosas que voy viendo, han hecho que la cuenta de Twitter tenga más vidilla.

No sé cómo será el ritmo de publicación después de ser padre por segunda vez, pero espero seguir disfrutando con todo esto como hasta ahora. Si a eso le unimos el apoyo que tengo tanto de compañías como de los que me leéis a diario, estoy seguro que todavía me queda cuerda para rato. ¡Gracias a todos por estar ahí!