Aunque en el segundo aniversario del blog ya dije que iba a cambiar un poco la filosofía del blog, lo cierto es que poco a poco he ido volviendo a tener más y más compromisos, y al final he vuelto a lo que no quería: a no poder disfrutar libremente de mi tiempo de ocio.

Realmente, esto de tener un blog más o menos orientado a los videojuegos, tiene bastantes ventajas. Las más evidentes son la posibilidad de disfrutar por la cara de las mejores novedades, asistir a eventos exclusivos, y conocer más a fondo como funciona esta industria. Esto es realmente un sueño para aquellos con bastante tiempo libre, pero a medida que se te acumulan las obligaciones –tanto personales como profesionales–, no es precisamente agradable que algo que se supone que tiene que ser un hobby, pase a ser un “compromiso”.

En este punto, tengo que decir que nunca he recibido presiones de ningún tipo por parte de ninguna compañía. Todas las que me han apoyado no me han reprendido por tardar en hacer un análisis, o por comentar negativamente un juego o un evento, y eso es algo que merece ser destacado. Sin embargo, a mi personalmente me cuesta hablar mal de algo por el hecho de haberlo recibido gratuitamente o haber sido invitado, y siento que tengo que devolver el favor de alguna manera.

Por otro lado, me cuesta estar al día de todas las novedades del mundillo. Aunque sigo bastantes blogs de noticias, y recibo por correo las notas de prensa de casi todas las compañías, cada día me resulta más difícil separar la paja de la información realmente útil. Como ya he comentado en otras ocasiones, creo que estamos saturados en este sentido, y que no disfrutamos tanto de los juegos cuando los compramos, porque a veces sabemos más de ellos que la gente que ha escrito los manuales. Eso por no hablar de las ferias en las que alabamos juegos que todavía no están acabados, o cuando se vierten ríos de tinta con la publicación de un vídeo de unos minutos… aunque eso ya es otra historia.

Después de leer todo esto, ya estaréis suponiendo que va a cambiar bastante lo que publico en este blog. Me he dado cuenta que los análisis no me aportan demasiado, sobre todo si confieso que generalmente me resulta imposible acabarme los juegos por falta de tiempo, por lo que considero que mi juicio casi nunca resulta justo, y por otro lado, las noticias sobre videojuegos las podéis leer en cientos de sitios. Por eso, a partir de ahora me centraré en redactar contenidos originales, y en intentar mostrar la industria desde una perspectiva distinta a la que se puede ver en las distintas páginas –ya sean webs o blogs– que hay por ahí. No digo que sea mejor o peor, pero al menos intentaré que sea más personal.

Por otra parte, voy a bajar el ritmo de publicación, y os puedo adelantar que no habrá una entrada diaria. Para escribir pequeños posts de “relleno”, prefiero poner un comentario rápido en Twitter, y dedicar más tiempo a escribir uno o dos artículos más completos a la semana. Seguramente esto afectará a las visitas, pero hace tiempo que me dejaron de importar. Prefiero pocos lectores pero fieles, que miles de visitas provenientes de Google por alguna extraña combinación de palabras que poco tiene que ver con la filosofía del blog, y que muchas veces se limitan a dejar un comentario ilegible e inútil…

Por otro lado, tengo que admitir que este cambio también tiene otro motivo más personal, y es que si Dios quiere… ¡en marzo vamos a ser papás! 😄 Hasta ahora he tenido bastante tiempo libre, pero tener un hijo es toda una alegría y también una responsabilidad, por lo que el número de horas de ocio se verán bastante mermadas…

Por último, me gustaría agradecer el apoyo que he recibido de compañías como Activision, Atari, Digital Bros, EA, FX Interactive, Konami, Microsoft, Proein, SEGA, Sony, Take 2, UbiSoft, o Virgin Play. Y por supuesto, también el de todos vosotros, que me demostráis día a día que esto de escribir un blog merece la pena.

Dicho esto, no me queda más que desearos unas Felices Fiestas, y comentaros que me voy a tomar unas vacaciones bastante largas, ya que quiero volver con fuerzas. ¡Nos leemos!