Hace unos meses, tuve el placer de ver “Persépolis” en DVD. Ya había oído hablar de esta obra de Marjane Satrapi –publicada originalmente en formato cómic–, pero hasta que no vi con mis propios ojos esta aventura autobiográfica de la autora, no supe valorar la genialidad de la misma. La verdad es que resulta bastante curioso saber más sobre los últimos y turbulentos años de la historia iraní, y de cómo una familia laica tiene que hacer frente a la revolución que vive un país con un gobierno teocrático casi desquiciado… aunque eso creo que lo comprenderán bastante bien muchos de los que han tenido que pasar sus días bajo el mandato de Franco.

Si la historia de la infancia de Marjane en Irán, su adolescencia en Austria, y los últimos años que pasa en el país que le vió nacer ya son interesantes de por sí, todo esto está potenciado con el diseño que caracteriza a la autora –y que se está deliciosamente amplificado en su versión animada–, así que no puedo más que recomendar la obra a cualquiera que lea estas líneas.

El caso es que, en esta pasadas fiestas navideñas, he recibido la obra “Bordados” que ha publicado en nuestro país Norma Editorial, gracias a una de las promociones de los chicos de Bloguzz. Tras devorarla en algo menos de una hora, puedo afirmar sin problemas que lo de “Persépolis” no fue suerte, y que Marjane Satrapi tiene un don especial para contar historias.

No sé si será lo exótico de los “chascarrillos” que cuentan las protagonistas del cómic –la familia de Marjane reunida mientras que los hombres se van a dormir la siesta–, lo cercano que resulta el lenguaje y el vocabulario, o el cariño que está puesto en cada viñeta, pero “Bordados” me resulta muy especial, y desvelar cualquiera de sus pequeñas sorpresas, es arruinar una experiencia que se tiene que disfrutar por uno mismo. Lo que sí se puede decir sin ningún problema, es que la presentación de la obra es bastante buena, aunque el papel no sea demasiado bueno –"norma" de la casa–, y el precio de 15 Euros pueda resultar ligeramente elevado para algunos… sobre todo si tenemos en cuenta lo corta que se puede hacer.

Sin embargo, creo que esto ocurre porque cada una de las 136 páginas nos hace dibujar una sonrisa, a la vez que nos deja con la sensación de querer más… y esto es bueno, ¿verdad? 😉