El Blog de Manu

Boogie: Ritmo y… ¿algo más?

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Potencial perdido

Boogie

Boogie” es la última apuesta de EA en la Wii: un título que mezcla baile y karaoke, e incluso nos permite editar el vídeo de nuestras mejores partidas. Sin embargo, y tras haber probado a fondo el juego, creo que el dicho de “el que mucho abarca, poco aprieta” es bastante apropiado en este caso, ya que el resultado final no es todo lo redondo que podía haber sido. Vamos a ver porqué…

Una amalgama de géneros

Cuando abrimos la caja del juego, nos encontramos con un micrófono USB de gran calidad –de hecho lo podemos utilizar en el PC–, lo que nos permite adivinar que podemos cantar al estilo “Singstar”. En efecto, así es, pero el problema es que la mayoría de las 35 canciones están en inglés, y eso en el mercado español le hace perder algunos puntos. Además, en algunas ocasiones podemos perdernos un poco con la letra de las canciones, ya que se presenta de una forma algo confusa, al menos comparado con el citado título de Sony.

Boogie

Por otra parte, y dado que pretende ser un juego apto para fiestas, podríamos pensar que el hecho de incluir sólo un micrófono hace que los demás se queden mirando, pero lo cierto es que un jugador puede usar su mando para mover el esqueleto del personaje que aparece detrás, mientras el otro canta. Sin embargo, el juego siempre queda limitado a un máximo de dos jugadores simultáneos… ¿para qué tiene 4 mandos la consola?

El modo de baile consiste esencialmente en mover al ritmo de la música el wiimote. De esta manera vamos ganando una energía –el “Poder Boogie”–, que puede ser utilizada para realizar pases de baile especiales, si ejecutamos una secuencia que se nos muestra en pantalla mientras pulsamos el botón B. La cruceta desplaza al personaje por una retícula invisible, y nos permite tocar unos “monigotes” que nos dan distintos poderes, como detener al contrario o potenciar nuestros movimientos. El botón A cambia el estilo de baile –cada personaje tiene tres distintos–, y si además tenemos conectado el nunchaku, podemos hacer “posturitas”, así como mover la boca y ojos de nuestro personaje.

Boogie

Un punto a favor del juego, es que cada vez que juguemos será diferente, ya que a diferencia de otros juegos de corte similar, los movimientos de cada canción no están prefijados. Por otro lado, esto es un arma de doble filo, ya que mucha gente que lo prueba se siente muy perdida hasta que entiende realmente lo que tiene que hacer, y esto que es algo que juega en su contra en partidas de varias personas.

Gráficos resultones

El apartado visual es bastante simpático, y aunque no hay demasiada variedad de personajes, cada uno de ellos tiene un estilo muy peculiar. Hay un editor que permite personalizarlos con varios accesorios –que se van desbloqueando al igual que las canciones–, pero lo cierto es que cada vez que cambiamos uno de ellos, el personaje tarda “en ponérselo”, lo que hace algo pesado este proceso. En este sentido, podrían haber tomado nota del rápido funcionamiento del creador de Miis de la consola.

Boogie

En cuanto a los gráficos, merece la pena destacar los efectos del “Creador de Vídeos”, que constituye otro modo de juego en “Boogie”. Una vez que acabemos nuestra actuación, podemos dividir la misma en hasta 100 cortes, y aplicar uno de los efectos que ofrece el editor. Uno de ellos es realmente curioso, ya que podemos usar las gafas que incluye el juego –las clásicas rojas y azules– para ver la imagen en unas tres dimensiones bastante aparentes.

Valoración

Poco más queda decir de un juego que tenía bastante potencial, pero que se ha quedado a medio camino. Realmente aporta ideas frescas al género, pero algunas de las mencionadas limitaciones –sólo para 2 jugadores, o no tener canciones españolas– hacen que no brille con luz propia.

Esperemos que los desarrolladores tomen nota, y que la próxima entrega consiga pulir estos y otros defectos, para conseguir un nuevo referente en el género.

Lo mejor:

Lo peor: