Este mes ha sido algo intenso, pero me ha servido para disfrutar de algunas películas, jugar un título que llevaba pendiente más de veinte años, y un libro que me ha dado ganas de subirme a una nave y disparar a tope 😄

La Visita

Las películas de Shyamalan suelen estar cortadas casi siempre por un mismo patrón: personajes que necesitan dejar atrás algún drama personal, giro argumental hacia el final en la que (casi) todo es lo que parece, y superación personal de los protagonistas.

La última película del director de origen indio sigue este patrón, aunque por desgracia se apunta a la horrible moda de las películas rodadas como si fuesen un vídeo casero. Si a eso sumamos que al final nos lo tomamos todo a cachondeo, quizás tenemos una de las peores películas de su carrera, aunque supera con creces ese drama vital que fue “El Incidente”…

Chappie

Otro director con unos patrones muy evidentes es Neill Blomkamp, ya que cuenta con algunos actores fijos, muestra futuros distópicos en los que alguien se rebela de alguna manera contra el orden establecido –y en los que las baterías de los robots son peores que las de un iPhone–, y en todas se evidencia una pasión desmedida por la tecnología.

Su última película es entretenida y tiene algunos momentos memorables, pero personalmente creo que está por debajo de “Elysium” –que ya de por sí tampoco era una maravilla– y sobre todo de “Distrito 9”. Aunque el inicio es prometedor, hay tantos fallos en la trama y podía haber dado tanto de sí, que el resultado final resulta algo decepcionante.

Hotel Transilvania 2

Fuimos a ver esta película una semana antes de Halloween, y la verdad es que me dejó un sabor agridulce. Al igual que la primera, juega a mezclar la comedia con un terror clásico muy light, pero esta vez creo que no han dado en el clavo.

Por un lado, se nota una falta de coherencia durante el metraje, y por otro, hacia el final de la película se va dando un giro cada vez más oscuro, y hay algunas escenas en la que los niños del cine estaban cagados de miedo. Si a eso le sumamos el asunto de la diabetes, creo que esta vez Sony ha metido un pie en el fango…

Desert Golfing

Ya tenía este juego para iOS, pero desde que lo pillé en un Humble Bundle y lo instalé en el móvil, he jugado más que nunca.

Aunque se le puede acusar de ser relativamente monótono, creo que es un ejemplo perfecto de lo que debe ser un juego para móvil: mecánicas sencillas y accesibles, ideal para partidas rápidas en cualquier momento, y fácil de jugar con la pantalla táctil, incluso con un solo dedo.

Donkey Kong Country

Por diversos motivos, no he echado más que alguna partida esporádica a este título durante más de dos décadas, a pesar de que me encontré un cartucho tirado cerca de mi casa. Y eso que, como muchos, me quedé prendado de aquel vídeo con doblaje chusquero que regaló Hobby Consolas en su día…

Después de haber completado el juego, la verdad es que hay que admitir que ha aguantado estupendamente el paso del tiempo, ya que tanto el apartado gráfico como el sonoro siguen sorprendiendo, sobre todo si tenemos en cuenta que todo eso se ejecuta en una Super Nintendo. Solo criticaría la poca variedad de escenarios, la precisión milimétrica necesaria para realizar algunos saltos, y la relativa brevedad del juego.

Hardcore Gaming 101 Presents: The Unofficial Guide to Konami Shooters

Tenía este libro en el punto de mira desde hace meses, y por fin lo he podido leer gracias al último Story Bundle dedicado a libros sobre videojuegos.

Como puntos negativos, comentar que la maquetación deja algo que desear, y me resulta algo absurdo que incluyan juegos de plataformas o estrategia por mucho que los personajes pertenezcan a sagas de shoot’em up. Pero lo cierto es que el libro está repleto de datos curiosos e interesantes, y creo que es una lectura obligada para los fans del género y de la compañía.