El Blog de Manu

Metal Slug Anthology (PlayStation 2)

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Un juego antológico

Metal Slug Anthology

Sin duda, la saga “Metal Slug” es una de las más queridas por los aficionados a los arcades, y unos juegos de culto de la mítica Neo Geo. Desde su debut hacer poco más de diez años en los salones recreativos, se han producido siete juegos “oficiales”, tres entregas portátiles para Neo Geo Pocket y Game Boy Advance, varias versiones para móviles, y un experimento en 3D que es mejor olvidar.

Con motivo de este décimo aniversario, la renacida SNK Playmore ha decidido recopilar los títulos que han pasado por recreativa en este título, que ahora está disponible para PlayStation 2 además de para Wii y PSP. La verdad es que la oferta es bastante atractiva, ya que por el precio de un juego tenemos siete –y algunos de ellos se han vendido anteriormente por separado–, además de algunos extras.

¿Será capaz de estar a la altura hoy en día un juego con una década a sus espaldas? ¿Son las conversiones fieles a los originales? Vamos a verlo…

Metal Slug

Gráficos

El que espere encontrar unos gráficos tridimensionales como los que se pueden ver hoy en día ya puede ir quitándose esa idea de la cabeza. Sin embargo, esto no es malo, sino todo lo contrario, ya que la calidad de los sprites, la frescura de los colores y la calidad de las animaciones son de lo mejorcito que se puede disfrutar en una PlayStation 2.

El equipo de Nazca Corporation diseñó unos personajes que se integran perfectamente en los escenarios, que van desde una densa jungla hasta una nave con la última tecnología. La variedad y la originalidad de los mismos es un detalle de agradecer, y aunque en algunas ocasiones vamos a tener algunas sensaciones de “déjà vu” –sobre todo en “Metal Slug 4” y “Metal Slug 5”– da gusto contemplar como hasta el más mínimo detalle se ha cuidado al máximo. La lástima es que no podremos dedicar toda la atención que se merecen los gráficos debido al ritmo frenético de las partidas.

Como ya se ha mencionado, las animaciones son muy buenas, y merece la pena observar las reacciones de los protagonistas cuando los dejamos parados un rato, o ver como los enemigos charlan y se entretienen antes de que vayamos a por ellos. También son realmente simpáticas las transformaciones en zombie o en unos gordos casi incapaces de andar si comemos demasiado. Eso por no mencionar los numerosos vehículos en los que nos podemos montar en algunas ocasiones, como los tanques que dan nombre a los juegos, unos camellos armados hasta los dientes –nunca mejor dicho–, o unos submarinos que recuerdan a los de “In the Hunt”, un título en el que trabajaron los integrantes de Nazca cuando trabajaban en Irem.

Cabe destacar que en algunas ocasiones la pantalla se llena de enemigos y balas –aunque en “Metal Slug 2” se producen algunas ralentizaciones–, así como los geniales “final bosses” marca de la casa, memorables y difíciles a partes iguales.

Metal Slug 2

Sonido

Si alguna vez habéis jugado al “Metal Slug” original, seguro que se os cae una lagrimilla al escuchar la música de la primera fase, y si no, os va a sorprender escuchar el sonido que era capaz de generar el chip Yamaha de la Neo Geo. Todos los títulos hacen gala de unas melodías que recuerdan a las marchas militares, que nos meten de lleno en la acción y a la vez destilan un buen humor bastante peculiar.

Los efectos de sonido son claros y contundentes, y representan bastante bien el arma que llevemos en cada momento. El juego también tiene algunas voces, como la de un presentador –al que pronto cogemos cariño– que nos anuncia el cambio de arma o el éxito de la misión, o los gritos y risas de algunos de los enemigos.

Nada que reprochar en este sentido, aunque no esperéis sonido envolvente ni nada parecido.

Metal Slug 3

Jugabilidad

Este es el punto fuerte del juego… y a su vez lo que potencialmente nos puede echar para atrás. Nuestro soldado se controla a la perfección, y las acciones básicas son sencillas, cada una con un botón asignado: disparar, saltar y lanzar una granada. Sin embargo, el juego se vuelve muy exigente a medida que vamos avanzando, y llega un punto en el que resulta casi imposible esquivar los disparos enemigos.

Esto puede echar atrás a más de uno, aunque también es cierto que se puede echar mano de las continuaciones infinitas para terminar el juego sin problemas. Sin embargo, los más puristas dirán que esto va en contra de la filosofía original, ya que la verdadera gracia es aprenderse los patrones para poder salir airoso sin gastar una sola vida… en eso consiste el verdadero reto del juego.

La verdad es que los de SNK Playmore nos lo ponen en bandeja con esta versión, ya que al Dual Shock de PlayStation 2 –que responde a la perfección– tenemos que sumar la inmensa cantidad de palancas estilo recreativa disponibles, así como el pad oficial de Saturn que podemos encontrar en tiendas de importación, y que resulta perfecto para controlar a nuestro personaje.

Metal Slug 4

Valoración

Si disfrutaste como un enano de las recreativas, y siempre has soñado con echar el guante a estos títulos, esta ocasión es perfecta. Si no te sonaban de nada, y eres relativamente nuevo con los videojuegos, quizás lo mejor es que pruebes de alguna manera el título antes de comprarlo, ya que puede que no vaya contigo.

Ademaś, tenemos que tener en cuenta que se incluye el novedoso “Metal Slug 6”, que salió el año pasado e incluye algunas mejoras visuales en la saga. Además, en este título, y como guiño a los fans de la compañía, podemos elegir a Ralph Jones o a Clark Steel, protagonistas de “Ikari Warriors” y unos habituales en la saga “King of Fighters”.

Metal Slug 6

La calidad de la emulación es muy buena, y quizás sólo podemos achacar la poca cantidad de extras que se pueden disfrutar, ya que se limitan a una galería de ilustraciones y bocetos, un jukebox con todas las músicas y una entrevista… ¡en texto! Por lo menos se podrían haber currado un vídeo o algo parecido.

Si no habías comprado anteriormente ningún título de la saga, no dejes pasar esta oportunidad que te brinda Virgin Play. Ya sabes lo que dicen: “los clásicos nunca mueren”.

Lo mejor:

Lo peor: