Leo en a Clockwork Orange una crítica hacia las compañías que diseñan las consolas, ya que pretenden crear un centro multimedia de nuestro entretenimiento, dejando en cierta parte de lado su función principal: un aparato para jugar.

En mi opinión lo podemos ver de dos formas. Por una parte no me importa que una consola incorpore otras funciones, como poder almacenar música, ver películas, etc. Además, estas posibilidades pueden aportar cierto valor a los juegos, ya que por ejemplo en la Xbox se puede cambiar la música por canciones que tengamos guardadas en el disco duro.

Lo que sí que me molesta, es que a cambio de estas prestaciones tengamos que pagar un precio excesivo. El ejemplo más claro es la PS3, que se ha inflado enormemente de precio debido al reproductor Blu-Ray que lleva incorporado, o al menos eso nos han hecho creer desde Sony. ¿Merece la pena pagar ese sobreprecio para tener un aparato que va a servir para jugar y quizás para algo más? ¿Alguien usa realmente una PS2 para ver películas? En ese sentido casi prefiero la política de Microsoft con la 360, ya que si quiero un reproductor HD-DVD lo compro aparte. Pero al menos tengo la opción de comprarlo o no.

También Nintendo apuesta por esta vía por la Wii. El único “extra” que ofrecen es la Virtual Console, y no deja de ser una forma de ofrecer más juegos. Una encuesta en Japón revela que están muy descontentos con el precio de la PS3, y casi un 70% de los encuestados se decanta por la Wii.

¿Estamos a las puertas de un cambio?